Bellingham y Palmer estallan, Grecia descuartiza a City y PSG y Guardiola se decide: UEFA, en shock

Una de las mejores generaciones de futbolistas, por talento y diversidad, que ha dado Inglaterra, posiblemente la mejor, y una de las más amplias y poderosas que se recuerdan en la historia del fútbol presente es incapaz de funcionar. Simplemente, los Jude Bellingham, Bukayo Saka, Phil Foden, Cole Palmer y un larguísimo etcétera colapsan cuando están juntos, son inefectivos, despliegan un fútbol pobre y, en muchos casos, incluso caen ridiculizados, como anoche ante Grecia.

Los three lions, comandados por el futbolista blanco, que fue quien anotó el único tanto inglés en Wembley en la derrota británica ante los helenos, es un clamor por tantas afrentas sufridas, que, entre otras cosas, mantienen a una de las selecciones más pobladas de clase y capacidad del planeta -para algunos, la que más- sin títulos desde 1966, cuando ganaron su más que polémica Copa del Mundo. De ahí que la opinión pública en torno a la Premier League mire en su propio ombligo la solución más revolucionaria y exitosa posible: darle las riendas del transatlántico a la deriva al entrenador más capacitado, Pep Guardiola.

Un contrato a expirar, un deseo del de Sampedor y la solución, a un paso

Tal y como lo ven muchos esta mañana en Inglaterra, la solución a los problemas de su selección es sencilla, de hecho, es la mejor posible. El actual Manchester City, el equipo más exitoso de la historia de la liga inglesa (nadie ganó cuatro títulos de forma consecutiva), está dirigido por Guardiola, un preparador que hace jugar a sus equipos a un nivel que sobrepasa al del resto de competidores; gane o pierda, que lo hace poco, sus conjuntos son poderosos. Dicho esto, cabe preguntarse, ¿qué mejor momento que este, cuando su situación contractual es viable, para tentar al entrenador español con su gran deseo, como es dirigir a una selección nacional con posibilidades de jugar y ganar un Mundial?

Guardiola acaba contrato, se ve relacionado a diario con los líos de un City que sigue enemistado con casi todos en suelo patrio y, además, la etapa del míster está más que amortizada en el Etihad, además, como decimos, el técnico catalán quiere ‘jugar’ una Copa del Mundo y desea nuevos retos más allá de los clubs, lo que tumba el interés del Paris Saint-Germain en contratarlo al término de este curso, de modo que, ¿es posible la unión del combinado inglés y el preparador más preparado? Para Bellingham, Cole Palmer y la Premier, no solo es posible, sino deseable.