Griezmann tiene un muerto en el armario: la historia que Florentino Pérez calla (y es muy fea)

El crack del Atlético está en el punto de mira en el Wanda

No es oro todo lo que reluce. Antoine Griezmann proclamó su amor al Atlético de Madrid en un video que dejó al Barcelona con cara de bobo y a Piqué en un lío que aún colea en el Camp Nou.

"Están haciendo todo lo posible para que el equipo siga creciendo. Es increíble. Están haciendo un montón de esfuerzos. No aguanto. Necesito decir a la gente que me quiero quedar", espetaba al final del documental, ‘La decisión’, en el rechazaba otras opciones para seguir de rojiblanco.

El francés, que mantuvo negociaciones activas con el Barcelona para salir de la entidad colchonera, aseguró que terminaba decantando la balanza a favor del Atlético por amor a los colores. Un argumento que aún hoy desata las risas en el Barça. Pero también en el Real Madrid.

"Me quedé porque había un buen proyecto. Tengo confianza en este club y en Simeone. Hoy he visto que no me he equivocado. Ahora nos queda mucho todavía y hay que seguir trabajando como lo estamos haciendo", espetaba Antoine tras ganar la Supercopa. Una afirmación que no se ajusta a la realidad.

El Real Madrid conoce la verdad

Florentino Pérez conoce mejor que nadie la otra cara del galo. Antoine, aseguran en el Barcelona, y corroboran en el Madrid, no salió del club colchonero porque ninguno de los dos grandes de España puso sobre la mesa la millonada que pedía para dejar tirado al Atlético.

El Real, en este sentido, no sólo negoció con Antoine, sino que tuvo el deseo del jugador de vestir los colores del Madrid, el club de su vida –“Soy madridista”, espetaba Griezmann en el pasado-, si el Real llegaba a una cifra que debían mejorar las de Cristiano Ronaldo.

 

Una situación que se repitió por igual, y en paralelo, con el Barcelona.

En el caso de los azulgrana, Antoine aceptaba estar por debajo de Messi, pero quería sobrepasar a Luis Suárez, el intocable de Leo.

Messi y Luis Suárez la lían

El uruguayo montó la de Dios en el Barça por un motivo doble: primero, no quería competencia en su zona, ni ser suplente de un recién llegado por más Griezmann que fuera. Una posición que defendió Messi.

Y segundo, no iba a aceptar bajo ningún concepteo que Antoine le pasara la mano por la cara a final de mes. Un pensamiento compartido por otros jugadores como Sergio Busquets o Jordi Alba.

Griezmann, además, no tuvo ningún problema en poner el interés de ambas entidades sobre la mesa de negociación con los rojiblancos para hacer saltar la banca con un contrato final que está levantando ampollas en el Wanda: Oblak, por ejemplo, se está negando a seguir si no es con cifras de crack como las que el club que capitanea Simeone firmó al ‘7’.

Un pelotazo salarial en la renovación que, afirman, ha sido la única y verdadero razón, unida a la negativa de Barça y Madrid de pagarle locuras, de que Griezmann siga en el Atlético.

Y una historia que calla Florentino Pérez en el Real Madrid, conoce el Barcelona y los que mandan en el club rojiblanco. Y que huele cada vez peor en el Atlético.