Está avisado: el protegido de Lopetegui que corre peligro en el Real Madrid de Florentino Pérez
La victoria de los blancos ante el Getafe dejó bastantes cosas positivas, pero no todo fueron luces, ni mucho menos. Hay aspectos muy mejorables... y, directamente, otros preocupantes.
Julen Lopetegui se estrenó con victoria plácida en la Liga 2018/19. El técnico del Real Madrid superó el examen de enfrentarse a un Santiago Bernabéu frío, propio de las noches de agosto en Madrid, e intentar que los suyos hiciesen un buen partido cuatro días después del descalabro en la Supercopa ante el Atlético de Madrid. El equipo blanco se impuso por 2-0 a un Getafe que fue inofensivo hasta los últimos 15 minutos de encuentro, mostrando gran parte de las virtudes que Julen quiere implantar en el equipo, aunque todavía estén muy verdes y quede mucho camino por recorrer. Pero no todo fueron noticias positivas.
El Real Madrid monopolizó la posesión, pero con una diferencia que empieza a atisbarse respecto al año pasado: los blancos tuvieron muchísimo la pelota, pero con un sentido. Uno de los grandes pecados del Real Madrid de Zinedine Zidane fue la posesión tediosa, lenta y sin profundidad ni agresividad. Esto lo quiere corregir Lopetegui (que, además, incidió precisamente en este aspecto en la rueda de prensa posterior al encuentro), y frente a los azulones pudimos ver una versión del Madrid un poquito más rápida, con presión más alta, esforzado en la recuperación tras pérdida y tocando siempre con la intención de atacar, no especular.
Sin embargo, aun con todo eso, que fue cierto, el choque aburrió por momentos. Le va a costar a Julen quitarle a los futbolistas el 'chip' de las últimas tres temporadas respecto a la forma de jugar. Y, sobre todo, le va a costar algo más complicado de corregir con la plantilla actual: la falta de pólvora. Un 2-0 se antojó escaso ante un Getafe que chutó entre palos por primera vez cuando ya moría la segunda mitad. Y en un duelo tan decantado hacia una portería y en casa, se exige mucho más en ataque.
Un ataque que estuvo liderado por Bale, Asensio y Benzema, el trío que se ha hecho indiscutible tras la marcha de Cristiano Ronaldo. Pero un trío que, salvando al galés, va a tener que sudar mucho para alcanzar las cifras goleadoras de otras temporadas. Sólo Gareth muestra auténtica voracidad, por ahora, hacia el gol. Benzema nunca fue un 'Killer' y tampoco va a serlo ahora, por mucho que mejore (y parece que ha mejorado respecto al año pasado) en todas sus virtudes. Pero el que más empieza a estar exigido es Marco Asensio. Una buena jugada, que propició el 2-0, y un chut al poste no borraron un partido gris, discreto en cuanto a ocasiones de gol, del balear.
Y es que Asensio sigue pecando de irregularidad en este Real Madrid. Un estigma que no ha podido quitarse de encima desde que se asentó en el primer equipo. Combina destellos de crack con muchos, demasiados minutos ausente sobre el terreno de juego. Y en un equipo sin su mayor referencia ofensiva en décadas, más expuesto ante los focos, empieza a notarse. Con estar inspirado sólo a ratos no le bastará, en la temporada más peligrosa para él: o explota definitivamente, o empezará a estar cuestionado. El reloj cuenta ya para Marco Asensio, y frente al Getafe se quedó sin anotar.