El Real Madrid de Benítez va tomando forma con una goleada al City

Los blancos pasaron por encima del equipo inglés (1-4) con tantos de Benzema, Cristiano, Pepe y Cheryshev. Mucha mejor imagen que contra la Roma

Si el 'parto' del nuevo Real Madrid de la mano de Rafa Benítez ante la Roma había resultado ser un ladrillo considerable y difícil de digerir, en el segundo encuentro amistoso de la pretemporada contra el Manchester City se pudieron empezar a ver qué claves básicas pretende implantar el nuevo entrenador blanco en la plantilla. Los mimbres los tiene y la base sigue siendo la misma con respecto al pasado curso (al menos de momento) pero es cierto que las diferencias tácticas y de planteamiento empiezan a ser palpables con muy pocos días de trabajo en el saco.

 

El equipo estuvo aturdido contra su primer rival italiano: Pocas ideas, poco juego e incapacidad para asimilar los movimientos pretendidos por el entrenador. El Manchester City ofreció bastantes más facilidades defensivas y menos agobios en ataque aunque eso no quite que el Madrid pudiera empezar a asumir cómo quiere Benítez que sean las cosas a partir de ahora. Habrá menos imaginación y más rigor en todas las líneas, sobre todo en defensa, pero a cambio el equipo presiona mucho más la salida del balón del rival y eso genera ocasiones con espacios, algo que faltó la pasada temporada. Se potencia el contragolpe y la clave será no abandonarse a él para no aburrir al respetable a la larga.

 

Pese a todo, no podemos decir que el Real Madrid no quisiera tener la pelota o ser protagonista con ella. Fue de menos a más en cuanto a mando en el choque y acabó apabullando al City. Tampoco podemos obviar que todo esto vale de poco a las alturas a las que estamos, pero es rodaje al fin y al cabo. En cuanto a detalles concretos, la presencia en ataque de los dos laterales podría clasificarse como "seleccionada". Esto significa que hay menos pero que cuando los carrileros llegan casi siempre hay centro al área u ocasión de peligro.

 

En cuanto a la BBC, Benítez alineó al fin juntos a los tres tenores, aunque poco se parecen a los del pasado curso. Queda claro que Bale abandonará la derecha durante la mayor parte del tiempo -a pesar de que el 0-1 de Benzema llegase tras una gran volea del francés a centro desde ese costado por parte del galés- y que se turnará con Cristiano entre el centro y la izquierda. También queda claro que los tres delanteros no jugarán en línea y con la cabeza puesta en la portería. Siempre hay uno que se descuelga para juntarse con el medio campo. La lógica dice que será Benzema casi siempre y el partido le ofreció a Cristiano muchos momentos para ejercer como improvisado mediapunta junto a Isco.

 

En cuanto al malagueño, sigue igual que la pasada temporada. Ofrece juego, jugadas mágicas y posesión, pero también cierto desequilibrio que intenta compensar con esfuerzo defensivo. En este sentido, ante los ingleses Benítez no dilapidó lo construido por Ancelotti, con Kroos y Modric como doble pivote. Falta saber qué pasará cuando llegue James y si ese empeño por mantener el orden obligará al técnico a meter a Casemiro, Lucas Silva o Illarra.

 

Por lo demás, el encuentro dejó un buen tono físico del Real Madrid, que golpeó cuando quiso a un Manchester City que sigue adoleciendo de falta de juego y liderazgo, sólo salpicones de calidad fruto del nivel individual de sus estrellas. Es un equipo triste, como su entrenador. Como decimos, Benzema abrió el electrónico en el minuto 21. Su remate de primeras fue tan complicado como predecible tratándose del francés: Volea casi de espaldas y colocada al poste. El centro de Bale no fue nada malo. Casi sin tiempo para analizar, un esférico en largo de Kroos bastó para dejar sólo a Cristiano y éste superó a Hart por arriba. Antes del descanso, Pepe selló la victoria de cabeza a la salida de un córner. El tanto de penalti de Yayá Touré por una mano de Sergio Ramos que fue, pero un metro fuera del área, fue meramente anecdótico.

 

El segundo tiempo aburrió al Manchester City, que cedió la pelota a un Madrid que iba cambiando jugadores e inflándose de jóvenes y de canteranos. Hubo incluso más posesión pero menos agresividad. Cheryshev aprovechó un regalo en forma de pase de Isco a falta de 17 minutos para el final. Un 1-4 que mejora la imagen inicial del equipo y alegra al personal en días que no estaban siendo precisamente ilusionantes. Pese a todo, el Madrid necesitará mucho más para levantar ovaciones.