El cuento -no contado- de Coentrao en el Real Madrid es para no dormir

El portugués ha hecho de la suplencia un modo de vida

El Real Madrid ha dicho basta. El club trabaja en la llegada de un lateral izquierdo -se habla de Ricardo Rodríguez, defensa zurdo de 22 años y nacionalidad suiza perteneciente al Wolsfburgo- para quitarse de Fabio Coentrao de en medio.

 

Fabio aparece y desaparece en el Real. Así se resume la trayectoria de Coentrao en el Madrid. El jugador -arropando por su gran amigo y protector en el club, CR7- ha protagonizado algunos de los episodios de indisciplina más difíciles de justificar. Coentrao ha hecho de las bajas médicas, a veces con extrañas dolencias musculares y otras con problemas gástricos o procesos gripales, su mejor aliado en el Madrid. Pronto Ancelotti y el club empezaron a sospechar que las constantes ausencias del futbolista respondían al escaso interés por su oficio en el Madrid.



Con pie y medio fuera del Real a final del curso pasado -sólo la intervención de Cristiano Ronaldo con el presidente frenó su marcha- la relación entre Coentrao/club se ha tensado en el último mes.

 

Rafa Benítez no traga con la desidia de un tipo solitario, incapaz de contagiarse de la pasión por el fútbol que derrocha el resto de la plantilla, y que la pasada temporada se dejó ir del todo.



Su peculiar forma de ser sacó de quicio incluso a José Mourinho, su gran valedor para llegar al Real Madrid. El técnico luso insistió tanto al club en su contratación como en que, un tiempo después, se le impusiera -al saltarse un entrenamiento navideño- la multa más alta posible que permitiera el código disciplinario y su salida a final de campaña. La marcha de José al Chelsea y la influencia de CR7 lo frenó.

 

Ahora, y tras la última lesión solo regresar de vacaciones que ha dejado al luso sin gira y levantado sospechas en el Madrid tras un verano de no parar, el club ha movido los hilos para intentar colocarlo a terceros: nadie pica. En Europa están al tanto de la actitud del jugador que, además, tiene una ficha muy elevada, 2,5 'kilos', a la que no quiere renunciar.

 

Fabio se ha hecho con un sitio en el banquillo blanco: se siente más cómodo como suplente que en el campo. Y ya ha comunicado que estaría más que no tiene el más mínimo problema en agotar su vinculación con el Real sino le sale nada mejor. Pelos como escarpias...