El 'recadito' del clan Ramos a Florentino calienta la reunión de China

El entorno del andaluz mide cada movimiento como estrategas

Sergio Ramos lo tiene claro: no quiere seguir. Diga el presidente lo que diga, diga Benítez lo que diga, el andaluz no baja del burro y pone el pie en el cuello del Real.

 

La última amenaza del clan es de lo más sencilla: si el club blanco no accede a cerrar su venta este verano, esperará a 2016 para negociar con ventaja al encontrarse en último año de contrato. Aunque, y de ser así, habrá consecuencias.

 

Sergio avisa que su actitud no será la misma: retener a un jugador contra su voluntad no es la mejor opción para un equipo que necesita a todos sus efectivos al 100%. La situación del central puede terminar recordando a la de Iker Casillas: con un sector de la grada en su contra -la fama de pesetero lo persigue desde ya- y un enfrentamiento con la directiva que pasará factura al equipo. 

 

Además, el precio de Ramos caerá por debajo de la mitad -25 millones- el siguiente curso. Mal negocio para el Madrid y no tanto para el jugador que optará a una prima de fichaje por los servicios prestados si el precio va a la baja: el United ha prometido a los Ramos un 'premio especial' si logra cerrar la operación entre 50-60 millones de euros. Una operativa que se repetiría por igual el próximo verano.

 

La voluntad de Sergio es finiquitar su marcha del Real cuanto antes si el Madrid no se acerca a los 10 millones de euros limpios de polvo y paja que pide el andaluz para volver a besar el escudo. Ramos, con contrato hasta 2017, y en la treintena, sabe que un año todo puede cambiar -lesiones, etc- y no se la va a jugar. Las cifras que la entidad de 'Old Trafford' le ha puesto sobre la mesa son para no dudar. Y el Madrid sigue sin acercarse a esos emolumentos. La pelota sigue en el tejado de Pérez.