Las broncas de una noche que el madridismo no olvidará
Hubo silbidos antes, durante y después del partido contra el Schalke 04
Cuando la megafonía del Bernabéu anunció las alineaciones, se escucharon pitos (pocos y ligeros) contra algunos futbolistas y el técnico del Real Madrid: Casillas, Cristiano Ronaldo y Ancelotti. Existe una corriente de opinión, al menos en el estadio, que clama contra el rendimiento deportivo de los tres protagonistas. Se les pide más porque entienden algunos aficionados que para ello son dos de las banderas del club y el entrenador.
A Cristiano hace tiempo que se le espera. Tras ganar el Balón de Oro no es el mismo y existe preocupación por su crisis goleadora y también de identidad, con rumores no confirmados ni desmentidos sobre el estado de su rodilla. El divorcio entre parte de la grada y Casillas es diferente y varía en según qué casos, pero muchos critican al portero por temas extradeportivos y otros simplemente están descontentos con su rendimiento. Ancelotti, sobre todo, es objeto de críticas por su supuesta falta de autoridad y de soluciones.
El partido resultó una quimera. Hubo silbidos que fueron a más conforme el panorama se fue oscureciendo. La mayor parte contra Bale y Khedira, y también contra Casillas después de sus dos primeros fallos en los goles. También contra Cristiano, que luego celebró sus dos goles con mucha rabia. Algunos han interpretado en sus gestos un enfrentamiento contra la grada. Otros prefieren explicaciones más simples: Estaba cabreado por el juego y la imagen del equipo.
Pero, sobre todo, lo peor llegó al final: Nada más pitar el árbitro, el Bernabéu le dedicó a sus jugadores una pitada de las que no se recordaban en Chamartín, acompañada de gritos de "¡Fuera, fuera!". Justo en ese momento Casillas obligó a todos sus compañeros, especialmente a Cristiano, que fuesen al centro del campo como acto de disculpa. La imagen del capitán señalando el centro del campo al luso está recorriendo todos los rincones del periodismo mundial a estas horas y algunos ya la han exagerado asegurando un enfrentamiento en toda regla entre portero y delantero, cosa que no parece real.
Algunos aficionados esperaron a la salida de los futbolistas del estadio para increparles, tal y como recogieron las cámaras de AS. En cualquier caso, una noche de mucho enfado y decepción para un madridismo que volverá a dictar sentencia este domingo contra el Levante.