Las desventuras del 'Cebolla', que deja el Parma

El centrocampista cedido por el Atlético jugará en el Gremio los próximos tres meses, después de su desgraciada etapa en el Calcio

El Parma volvió a jugar este pasado fin de semana contra el Atalanta, después de tres semanas como consecuencia de las penurias económicas que atraviesa la entidad. Sus jugadores volvieron a ponerse de corto, aunque los 152.977 euros de la taquilla que recaudaron serán también embargados. Los carteles de “cerrado por robo” estaban tirados en el suelo. Nadie avisó, sin embargo, a los aficionados de que el dinero de la taquilla no irá a las cajas del club sino que será embargado —igual que las furgonetas, los coches médicos, los banquillos del vestuario, las máquinas del gimnasio— y destinado a de los acreedores del estadio.

 

Fue también el último partido de Cristian 'Cebolla’ Rodríguez, el centrocampista cedido por el Atlético de Madrid, al que le ha pillado de lleno toda la crisis del equipo italiano. El jugador, sin embargo, no pudo acabar el partido y se fue a la caseta por doble amarilla. El choque acabó con empate a cero.

 

Su destino está ahora en Brasil, concretamente en el Gremio de Porto Alegre hasta final de temporada. El ‘Cebolla’, de 29 años, ha dejado de llorar y lamentarse y rescindió su acuerdo con el Parma por los impagos. El futbolista uruguayo jugará en el equipo brasileño hasta verano. El Atlético de Madrid asumirá parte del salario del jugador, mientras el Grêmio se hace cargo del resto.

 

Su vínculo con el Gremio será de tres meses, después de los cuales el club de Porto Alegre y el Atlético de Madrid podrían valorar una posible extensión del acuerdo, según recogen los medios locales.

 

Tras llegar al club madrileño en 2012, Rodríguez decidió aceptar la oferta de cesión que le hizo el Parma italiano en enero en busca de los minutos de los que no disponía en el equipo entrenado por Diego Simeone, quien contaba cada vez menos con el uruguayo.

 

Rodríguez llegó a afirmar hace un par de semanas que no había cobrado desde su llegada al Parma, declaró a principios de marzo su voluntad de marcharse a algún equipo de Estados Unidos o Brasil, al no poder jugar en Europa en tres equipos diferentes durante una misma temporada.

 

 “Me despido, no puedo decir mucho porque llegué a Parma no hace mucho. En mi último partido, la afición se levantó a aplaudir y eso me hace muy feliz. Le deseo toda la suerte y les transmito mi fuerza. Espero que toda esta situación se resuelva pronto”, dijo a modo de epílogo.