El malestar del Madrid con De Gea está detrás del tanteo a Kiko Casilla
El portero del United se niega a presionar a tomar partido en la operación
Entre la espada y la pared. Florentino Pérez está obligado a morderse la lengua en la operación David de Gea si quiere contentar al madridismo.
La marcha de Iker Casillas -petición sí o sí de David para firmar- ha allanado el camino a David, pero el portero del United sigue sin hacer lo que le piden desde el Real: presionar al club de Old Trafford para rebajar las cifras de una operación que obligaría al Madrid a poner 40 millones sobre la mesa para un jugador en último año de contrato. Lo nunca visto.
De Gea no va a enfrentarse con la entidad/Van Gaal. Su deseo -acuerdo firmado- de vestir de blanco es absoluto, pero pide al Real que lo deje al margen de la negociación. No quiere meterse. Ni va a pedir al 'transfer request' solicitado desde los despachos del Bernabéu para obligar al club inglés a negociar a la baja.
Una actitud que tiene al Madrid con cara de tonto y al presidente muy mosca: desde Chamartín no entiende, y molesta, que el aún portero del United no echa una mano con su salida. El inmovilismo de De Gea, que evita molestar al Manchester con cualquier declaración pública, tiene al club blanco alucinado que ha puesto en marcha la opción Kiko Casilla.