Estoril, Os Belenenses...La decadencia deportiva de Iker encuentra refugio

La oferta económica del Oporto evidencia que el mejor Casillas pasó

El Oporto tira la piedra y esconde la mano. Julen Lopetigui ha dado la cara por Iker Casillas hasta el punto de provocar un cisma en los despachos de la entidad portuguesa: a Iker ni lo quieren, ni lo buscan. Pero la insistencia del técnico español ha puesto al club entre la espada y la pared.

 

El Oporto sabe que su opción es la última de la última en la psique del cancerbero -ni en los peores sueños de Casillas se imaginaba jugando contra el Estorial, Os Belenenses y compañía depués de que los grandes de Europa no se sentaran ni a escuchar-, la elegida por su proximidad con Madrid donde seguirá Sara Carbonero que el ha dicho una y mil veces al aún capitán que Londres o no se mueve. Y no se moverá. La entidad de Pinto da Costa cede a l presión de Julen, pero no se moja: no va a pagar, ni de lejos, la cifra de crack que pide Iker por besar el escudo.

 

El Oporto está dispuesto a sufragar una parte de la ficha (en torno al 30%), unos 2,5 'kilos' y espera que el club blanco pague el resto de la fiesta. Iker tiene dos años de contrato por delante (7,5 millones netos esta próxima temporada y 7 en la 2016-17). En la planta noble del Bernabéu se muestran reticentes a correr con ese alto porcentaje de la ficha de Casillas, pero saben que es eso o tragarse a Iker dos añitos más.

 

Por contrapartida, el Madrid sostiene que Iker deberá renunciar a parte de esos 14,5 millones -de finiquito- para acelerar el acuerdo. Sólo parte. Negocio redondo para Casillas.