La difícil decisión marcada por las fechas que debe afrontar Ancelotti
A dos semanas del clásico tiene el reto de cambiar el rumbo del Real Madrid
La BBC y Carlo Ancelotti se reparten las bofetadas en forma de críticas periodísticas después de un fin de semana negro para el Real Madrid, a sólo dos semanas del clásico. Lo que podría haber sido una fecha optimista para dejar la Liga casi cerrada a su favor se ha convertido en una encerrona en la que los blancos, futbolísticamente, tienen más que perder que los culés a día de hoy, cuando parecía que sería todo lo contrario.
Algún palo se lleva también Florentino Pérez este lunes. En una situación así todos tienen su parte de culpa, aunque las voces en torno al italiano son las más numerosas. El discurso, el mismo de las últimas semanas: A 'Carletto' se le achaca su falta de autoridad, su falta de soluciones para arreglar los problemas de fútbol del equipo y la falta de acierto del tridente de ataque y su inmovilismo a la hora de buscar modificaciones del sistema o introducir cambios y rotaciones.
Es verdad que Ancelotti siempre ha sido un entrenador muy dado a ofrecer continuidad a sus planes incluso cuando las cosas van mal. Su método consiste en aportar calma lo máximo posible en medio de un ambiente cambiante. Cuando un futbolista de los que considera imprescindibles está mal, prefiere darle confianza en lugar de relegarle al banquillo. Una forma de trabajar que indudablemente le ha dado sus frutos. Ahora, el dilema para él como entrenador es saber en qué momento esa táctica ha dejado de funcionar definitivamente y hace falta un cambio de rumbo. Detectar el agotamiento de un sistema. Porque una cosa es perder un partido aislado en Mestalla o incluso tener un día horrible contra un rival directo como el Atlético, pero tres meses de sensaciones irregulares y cinco puntos perdidos en una semana suponen una crisis más seria. Y el largo plazo ya no vale a estas alturas de temporada.
El técnico lo sabe. Lleva sabiéndolo un tiempo, merced a sus palabras tras el derbi del Calderón "algo va a cambiar" y las del pasado sábado en San Mamés "es confuso lo que estamos haciendo en ataque, tenemos que solucionarlo rápidamente". Pero ahora la situación empieza a impedir que esperar sea una solución.
Dos regresos balsámicos
Modric y Ramos trabajaron este domingo con el grupo y se antojan fundamentales para ayudar a cambiar de rumbo al equipo. La ausencia del croata se ha notado en cuanto a la continuidad en el juego y el dominio del esférico. También en la capacidad para atacar con más movilidad y soluciones entre líneas. El caso del sevillano tiene más que ver con lo psicológico. Su caracter y liderazgo dentro del terreno de juego fueron claves para conseguir los objetivos la pasada temporada. Con ellos, Ancelotti puede probar a ver si la BBC recupera su mejor cara con tres de sus cuatro mejores centrocampistas disponibles ante el Schalke y el Levante (Isco-Kroos-Modric).
De persistir los problemas de frescura en ataque y falta de fiabilidad en las transiciones defensivas sin balón, la colocación de Gareth Bale como interior por la izquierda, su banda natural, para reforzar numérica y físicamente el medio campo (algo así como el rol que cumplía Di María la pasada temporada) podría ser otra de las soluciones, con la que también se conseguiría resetear mentalmente al galés al cambiarle de sitio. Si nada de esto funciona, Ancelotti podría acabar renunciando a uno de los componentes de la BBC para dar entrada a un cuarto centrocampista puro, algo que muchos reclaman.