La selección española Sub-19 saca los colores a Josep María Bartomeu

El fútbol base del Barça se ha roto en pedazos en el último mandato

El modelo de la Masia se derrumba. El fútbol base azulgrana navega sin rumbo. A la deriva. El descenso del filial azulgrana en la Liga Adelante es sólo la punta del iceberg. Los jugadores emergentes que podrían hacerse con un puesto en el primer equipo pueden medirse casi con cuentagotas. Mientras Pep Guardiola se caracterizó por dar la alternativa a varias jóvenes figuras, algunas de las cuales se convirtieron en puntales del equipo, el Tata Martino y, muy especialmente Luis Enrique, a pesar de haber sido entrenador del filial azulgrana no hace tanto, no han podido seguir sus pasos por la falta de nivel. 

 

El inmovilismo del ex presidente del Barça, Josep Maria Bartomeu, y su Junta ha pasado factura a la base. Los informes que algunos candidatos a la presidencia tienen sobre su mesa sobre el estado del Fútbol Base son altamente preocupantes.



Los resultados han caído en picado respecto a temporadas anteriores. La fuga de jugadores es una realidad. El Barça pierde fuelle. Un dato significativo: la selección española Sub-19, concentrada para el Europeo que se celebrará en julio en Grecia, no cuenta con ningún jugador azulgrana en sus filas.

 

"Queremos sentar las bases de la próxima década prodigiosa, porque la Masia no ha acabado de funcionar como sabemos que puede funcionar. Somos la garantía de que esto sea así", decía Joan Laporta en la presentación de su candidatura, que incluye a Alexanco como cabeza de lanza para revitalizar una institución que según sus propias palabras, "se ha desmantelado".

 

La Junta saliente se escuda en la sanción FIFA para explicar un bajón que va más allá: el expolio que realizaron Rosell, Bartoemeu y compañía tras el adiós de Pep Guardiola -cargos clave fueron despedidos sin mediar palabra- ha sacado los colores al fútbol formativo azulgrana que no recuerda una situación peor en los últimos años.



Un hecho al que desde los despachos del Barcelona se le quiso dar solución atentando contra los principios básicos del propio modelo: tirar de talonario y acudir al mercado a fichar, como ha hecho el Real Madrid con Ödegaard.



Una decisión frenada a la espera de la reelección que deja tocado de muerte un modelo que ha sido santo y seña del barcelonismo: la formación de jugadores desde la base -categorías menores- para crecer y adaptarse al fútbol culé y sus valores. Una determinación que marcaría un antes y un después en el futuro del fútbol formativo azulgrana y que acerca sus preceptos a los de La Fábrica, en el Real Madrid.