Lío gordo con Isco en el Real Madrid (y hay un crack muy crack metido en el follón)

El vestuario tira de la manta

Lío. Isco Alarcón está en caída libre. El malagueño ha perdido la confianza de Zidane, Florentino Pérez y, lo que es peor, del vestuario. Y, dentro de la caseta, son los pesos pesados los que le tienen puesta la cruz. Especialmente, uno.

Sergio Ramos se aleja de Isco como alma que lleva el diablo. El capitán del Real Madrid, que puso firme a Alarcón cuando este abandonó el campo andando en su cambio contra el Espanyol, no le pasa una más a Isco.

Ramos no se casa con nadie y ejerce de capo máximo del equipo sea amigo, o no, el que tiene enfrente.

La relación de Sergio con Alarcón ha sido siempre correcta, incluso buena en los días de gloria de un Isco que lleva peor que mal ser relegado.

El ego del español, la envidia, le pasan malas jugadas, al punto de perder los papeles. Una actitud que no permite Sergio que ha marcado distancias con un Isco descentrado, perdido fuera del Real y al que no reconocen en el Madrid.

Alarcón ha pasado de ser un baluarte para el equipo a un problema molesta en la plantilla dónde una amplia mayoría baja el pulgar: la marcha de este Isco no sorprendería a nadie. Es más: son mayoría los que la prefieren.