Denuncian juego sucio de la candidatura de Bartomeu a través de las peñas

El Consejo Consultivo, un órgano creado desde la directiva saliente, prohíbe que se organicen actos de los precandidatos con los peñistas

La carrera por la presidencia del Barcelona puede estar a veces llena de obstáculos. En algunas ocasiones, se trata de las trabas naturales que pueden encontrar los neófitos para pasar con éxito todas las etapas. En otras, en cambio, entran cuestiones más turbias. Según ha denunciado el programa Esport Club de TV3, hay una suerte de juego sucio desde la candidatura de Bartomeu a través de las peñas barcelonistas aparentemente destinado a hacer aún más complicado el trámite del corte de las firmas. Los precandidatos necesitan 2.534 firmas de socios para convertirse en candidatos a la presidencia del club a todos los efectos. Si no se sobrepasa este número, quedan automáticamente descabalgados del proceso.

 

El Consejo Consultivo de Peñas, un órgano creado por la directiva saliente a instancias de Jordi Cardoner, ex vicpresidente del área social y que forma ahora parte de la precandidatura de Josep Maria Bartomeu, se ha prohibido a los peñistas que organicen actos con los precandidatos. Según denuncia el programa Esport Club, Antoni Guil, presidente de este Consejo Consultivo y otros de sus miembros, se han paseado en numerosas ocasiones por el palco barcelonista casi como Pedro por su casa, forman parte de la asamblea de compromisarios (el teórico máximo órgano de gobierno del club) y tienen acceso a paquetes de entradas a los que no pueden acceder otros socios. 

 

Sin partidos de por medio, los actos con las peñas, que cuentan con un buen número de socios del Barcelona en sus filas, son una de las mejores maneras para buscar las firmas necesarias para seguir avanzando en la carrera electoral. Con esta medida, se les complican las cosas a los candidatos menos conocidos y, sobre todo, parece leerse en el trasfondo una especie de voluntad de marcar territorio del propio Cardoner, muy vinculado al mundo peñístico a través de su abuelo, Nicolau Casaus, y un intento de vetar en la medida de lo posible que Joan Laporta, uno de los candidatos situados claramente en una posición de ventaja, pueda aumentarla a través de las peñas azuglrana.