La injusticia con Sandro Rosell en prisión: durmiendo a 5 grados bajo cero y más cosas

La vida del ex presidente del Barça en Soto del Real es de novela de terror

Drama. La estancia del que fuera presidente del Barça, Sandro Rosell, en la prisión de Soto del Real está siendo un verdadero ‘vía crucis’.

El mandatario, que va camino de cumplir nueve meses entre rejas como medida preventiva impuesta por la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela por un presunto delito de blanqueo de capitales y de cobro ilegal de comisiones, no puede más.

En este sentido, cuenta Mundo Deportivo que la defensa de Sandro denuncia un drama anímico y personal y de injusticia que está llevando al que fuera mandatario del club azulgrana al límite, al punto de pedir el traslado del preso a Catalunya.

“Una de las novedades en la nueva estrategia expuesta en la reunión por Molins y Maluenda -abogados de Sandro- es la de pedir el traslado de Sandro Rosell a la prisión de Cuatre Camins, en Barcelona. La razón obedece, en primer lugar, a que la familia de Rosell –mujer, hijas, padres y hermanos- no tenga que hacer cada semana 1.200 kilómetros para verle. El segundo motivo es que los abogados puedan preparar con Rosell su defensa de cara al juicio. Hasta ahora solo pueden hablar a través de un cristal y no pueden intercambiarse documentos, ni tener acceso a ordenadores o a internet, lo que imposibilita preparar nada”, explica el citado medio que narra las duras condiciones que marcan el día a día de Rosell en Soto del Real.

 

“Molins aseguró que está tocado y cada vez con menos fuerzas. Algunos de los presentes, tras hablar con Rosell por correspondencia o haberle visitado, explicaron que duerme cada noche vestido hasta arriba y con anorak por la falta de calefacción. Con temperaturas mínimas por las noches de -5 grados, ponen la calefacción dos horas al día únicamente. Rosell ha pedido a sus familiares que le traigan ropa térmica para superar el frío y entre los internos es habitual utilizar botellas con agua caliente para mitigar el frío por las noches”, relata MD, para añadir: “En cuanto a la alimentación explicaron que tiene también grandes carencias y aseguraron los más cercanos que los servicios médicos dejan mucho que desear”.

Para rematar: “Una de las asistentes, que se había comunicado recientemente con Rosell por carta, explicó que este le confesó que se le estaba ‘acabando la reserva’”.

Sandro, explican, mantiene el porte con los de fuera, pero se derrumba en la soledad. “Tal y como explicaron los que le han visitado en Soto del Real, cuando Rosell recibe a sus amigos, hace de tripas corazón y con una sonrisa, forzada, es él el que anima a los suyos y les transmite la esperanza de poderse abrazar más allá de ese frío cristal que les separa semana a semana. Luego, en la soledad de la celda, Sandro vuelve a ser ese hombre al que se le acaba la batería y al que cada vez le quedan menos fuerzas”, conclye el citado medio.