A Berizzo le surge un lío gordo en el vestuario antes de 'marcharse' del Sevilla

El Sevilla juega este domingo ante el Villarreal, en un partido clave para las aspiraciones de ambos conjuntos. Para ese duelo no estará un futbolista capital en los esquemas del conjunto andaluz, que se ha quedado por sorpresa fuera de la convocatoria (no está sancionado ni lesionado), y todo por decisión de Eduardo Berizzo. El entrenador argentino ha confirmado que se pondrá en manos de los médicos después de dirigir este encuentro, así que es posible que no le veamos por un tiempo en el banquillo del Ramón Sánchez Pizjuán. Pero antes, deberá resolver un tema serio.

Y ese tema no es, ni más ni menos, que la baja forma y la aparente falta de compromiso de Steven Nzonzi. El francés presionó mucho para salir del club nervionense el pasado verano, pero finalmente la entidad se mantuvo en sus trece y no le dejó marcharse. Parece que eso ha provocado que no esté demostrtando la profesionalidad que siempre exhibió, y que le ha hecho convertirse en uno de los mejores mediocentros de Europa e, incluso, debutar con la Selección francesa.

"La ausencia de Nzonzi es una decisión técnica, he imaginado un partido diferente con jugadores difererentes y eso es todo. Siempre imagino lo mejor para el equipo". Así intentaba enmascarar Berizzo un problema creciente que cada vez es más notorio en Sevilla. Hay que tener en cuenta que el objetivo del futbolista es estar en un Mundial que ya está a la vuelta de la esquina, y para el que podría tener opciones. De modo que no es descartable una operación en invierno.

Sin embargo, para que eso suceda, algún gran equipo tendrá que venir con el dinero suficiente como para fichar a Nzonzi. Este verano, nadie puso encima de la mesa lo que pedía el Sevilla por el francés, y todo apunta a que el club seguirá en sus trece cuando se abra la ventana invernal de fichajes. Está por ver si para entonces, el problema con el jugador en el vestuario andaluz ha pasado de castaño a oscuro y urge una venta.