El rebote que lleva Cristiano Ronaldo con la última encuesta al madridismo
Sólo un escasísimo margen separa a los que creen que ha llegado el momento de venderlo de los que quieren que se quede
Cristiano Ronaldo no está nada contento con el resultado que ha arrojado una de las últimas encuestas que se le ha hecho al madridismo. Según este sondeo, llevado a cabo en la edición digital del diario As, sólo un escasísimo margen supera a los que creen que debe seguir en el Madrid (50,4%) de los que consideran que ya ha llegado el momento de venderlo a otro equipo (49,6%). El portugués lleva encima un rebote de aúpa. No entiende por qué tanta gente se ha puesto en su contra, en un año en el que se ha proclamado Pichichi y Bota de Oro europeo, con un total de 48 tantos en la Liga. Ni las molestias físicas le han apartado del campo. Se la ha jugado y entiende que ésta no es manera de que le paguen su esfuerzo.
En gran parte, por supuesto, obvia que un amplio sector del madridismo no está para nada de acuerdo con su egoismo en el campo. Muchas veces, demasiadas, juega para marcar su golito. Lo demás, le da igual. O eso parece. En duelos tan importantes como los de las semifinales de la Champions ante la Juventus, casi ni se le vio en el terreno de juego. Su rendimiento personal ha sido notable. Excelente, incluso. Pero el equipo tiene que estar por encima de las individualidades.
Con tanta gente en contra, no sería extraño que Cristiano Ronaldo apostara por marcharse del Real Madrid este mismo verano. Al portugués, desde luego, no le faltan ofertas. El Manchester United lleva mucho tiempo suspirando por recuperar a su hijo pródigo. El PSG, mientras, está dispuesto a hacerlo de oro y a armarle un equipo que juegue para él, de tal manera que sus características puedan brillar incluso aún más que de costumbre. Y el Manchester City, finalmente, desea revolucionar su plantilla este mismo verano. Los dirigentes del club inglés están cansados de encadenar fracaso europeo tras fracaso europeo. Y no piensan escatimar fondos para hacer que las cosas cambien.