La simple estrategia de Bartomeu para rebatir las embestidas de Laporta

Bartomeu recurrirá a una frase del propio Laporta para defenderse de las ataques que le llegarán durante las elecciones a la presidencia del FC Barcelona.

Joan Laporta anunció ayer su decisión de intentar recuperar el poder en el FC Barcelona presentando su candidatura a la presidencia que abandonó en 2010. Era una noticia cantada que no ha sorprendido a nadie después de su fracaso en el mundo de la política catalana a pesar de navegar con viento a favor por la causa independentista. Josep Maria Bartomeu, que no tiene ninguna prisa, anunciará su candidatura el viernes en unos comicios que se vislumbran capitalizados por el bipolarismo centrado en Bartomeu y Laporta con Benedito, Freixa y Majó como jueces de paz.

 

Laporta se presenta para ganar y utilizará sus mejores armas de ataque, su especialidad, para tumbar la obra de Bartomeu. Laporta lleva meses preparando este momento y va sobrado de argumentos para sacarle los colores al delfín de Sandro Rosell. Sin embargo, Bartomeu también tiene su estrategia para defenderse -porque él no va a atacar a nadie-. Es también el resultado de meses de preparación. Se trata de responder a todas las acusaciones que pueda hacerle Laporta recurriendo a una frase que el propio "Jan" hizo popular en su etapa como presidente barcelonista: "Que no estamos tan mal..". Cualquier ataque de Laporta tendrá esta respuesta. Bartomeu sacará a pasear en las elecciones el triplete, las renovaciones de Luis Enrique y Alves, el fichaje de Aleix Vidal, la negociación con Pogba y la emotiva reciente despedida de Xavi que rompe una tradición histórica en el Barça de despedir a sus mitos por la puerta de atrás.

 

Bartomeu se limitará a presumir, venderá el lío jurídico del fichaje de Neymar como una confabulación centralista contra el Barça por haber impedido que Neymar fuera al Madrid y explicará que los responsables de la sanción de la FIFA ya no están en el club. De ahí no saldrá Bartomeu mientras Laporta deberá recuperar su versión más ácida del Elefant Blau para atacar sin piedad al último presidente tratando de sacarle de sus casillas, algo que le va a costar.