¿Qué tienen en común Oscar Pistorius y Gabriel Omar Batistuta?

Desgarradoras confesiones del ex delantero de equipos como Roma, Fiorentina o Boca Juniors

¿Recuerdan a Gabriel Omar Batistuta? Aquel delantero de pelo largo, impresionante rematador argentino, que vino a ocupar, si es que alguien puede (quizá a día de hoy Messi) el hueco que iba dejando progresivamente Maradona como ídolo del fútbol albiceleste. Destacó en Boca Juniors tras un brevísimo paso por River Plate y desarrolló casi toda su carrera en Italia, convirtiéndose en uno de los mejores delanteros de la década de los 90 y principios de los 2000 en el Calcio. Y ahora confiesa que casi se queda sin piernas.

 

'Batigol', así se le conoce, el hombre que aún ostenta el récord de máximo goleador con la selección argentina con la que conquistó dos Copas de América (las dos últimas logradas por la albiceleste), llegó a pedir que le amputaran las piernas tras dejar el fútbol. Fue después de 2005, año de su retirada tras un breve paso por el fútbol árabe. "A los pocos días no podía ni andar, no al mes. Me oriné en la cama, teniendo el baño a tres metros, porque no me quería levantar. Eran las cuatro de la mañana y pensaba lo que me iba a doler el tobillo si me paraba. Me fui a ver al doctor Avanzi y le dije: ‘Cortáme las piernas’. Me miró y me contestó que estaba loco. Yo insistía, no podía más, vivía malhumorado. No puedo contar el dolor, es imposible transmitírselo a la gente".

 

¿Los motivos? Sus gravísimos problemas en los tobillos, que fueron lastrando su carrera progresivamente con el paso de las temporadas y la entrada en años. Batistuta tomaba fármacos y se infiltró innumerables veces para poder seguir jugando al máximo nivel, y ahora paga las consecuencias por aquello. "Mi problema es que no tengo cartílagos ni tendones. Mis 86 kilos están apoyados sobre los huesos. Y el hueso contra hueso me generaba dolor. Después, la situación fue mejorando, aunque pasó mucho tiempo".

 

En este periodo, el ex futbolista que confesó no ser un gran admirador del deporte Rey, que simplemente era su trabajo porque se le daba bien marcar goles como churros -realmente adora el Polo, disciplina donde ha llegado a ganar trofeos- también afirmó que se fijó en un atleta sin piernas a la hora de buscar soluciones que le aliviasen el dolor que sufría. "Lo vi a Pistorius y dije: ‘Esa es mi solución’. El doctor me dijo que no iba a hacérmelo. Me hizo una fijación de tobillo por medio de tornillos. Me pidió que eligiera en qué pierna hacerlo, porque en las dos no se podía. Fue la derecha, me daba lo mismo".

 

¿Se imaginan a Batistuta con piernas de titanio? Hubiera sido una imagen triste y hasta aterradora pensando en quién fue, pero por fortuna no sucedió. Confesiones que nos demuestran el enorme esfuerzo que supone el fútbol profesional.