Escándalo en las elecciones del Barça: ¡Teléfonos pinchados!

Advirtió hace unas semanas Joan Laporta que Josep Maria Bartomeu no jugaba limpio y que preveía unas elecciones a la presidencia del Barça con mucho juego sucio. Cuando todavía no se han presentado todos los candidatos que optarán al triunfo final (faltan Bartomeu, Majó y Laporta), empiezan a conocerse particularidades de lo que los candidatos llaman juego sucio. Agustí Benedito ha denunciado que "hace dos meses tenía el teléfono pinchado, pero no lo he denunciado. ¿A quién denuncio?”. Efectivamente, la lista de sospechosos es amplia.

Este tipo de prácticas empezaron a conocerse en el FC Barcelona cuando Joan Laporta encargó a una empresa de detectives -tristemente famosa con posterioridad- que investigara la vida privada de sus propios directivos para buscarles trapos sucios antes de decidir cuál de ellos estaba más preparado para afrontar su sucesión y el continuismo en 2010. El resultado es que buena parte de los directivos de su junta fueron objeto de escuchas telefónicas y de seguimientos por parte de los detectives de la empresa. También Sandro Rosell denunció que su teléfono había sido intervenido poco antes de presentarse a las elecciones de 2010. Lo mismo sucedió con Oriol Giralt, el socio promotor de la moción de censura que a punto estuvo en 2008 de echar a Laporta del Barça. Parece ser que estas prácticas de espionaje empiezan a ser comunes y habituales en el FC Barcelona.