Alonso lució camiseta nueva del Madrid días antes de irse

La 'promo' de las equipaciones para la temporada 2015-2016 mantiene al capitán merengue, pero no es garantía de que se quede.

El 26 de agosto de 2014, el Real Madrid presentó sus nuevas equipaciones de cara a la Champions League de la temporada que acaba de terminar. Ya había lucido la elástica blanca con motivos rosas, así como la polémica y tan exitosa segunda equipación rosa -que triunfó en ventas, muy a pesar de la opinión del que suscribe. Está claro que sobre gustos hay para todos- y la apuesta para la competición europea en la que defendía título era también fuerte y arriesgada: Una versión en negro con un dragón estampado en el pecho, ideal para vender en el mercado asiático. Resulta complicado decir cuál de las dos, si la rosa o la negra, fue más exitosa en ventas.

Sin embargo, lo importante fue la fecha de presentación y la importancia simbólica de la misma. Al acto promocional de aquel día acudieron, como es habitual, varios jugadores de la primera plantilla, ya inmersa en competición oficial: James Rodríguez, Gareth Bale, Iker Casillas, Marcelo... y Xabi Alonso. El tolosarra seguía siendo un miembro más del equipo y participaba de los actos oficiales como si nada sucediera, cuando llevaba días barruntando la posibilidad de marcharse al Bayern. En ese momento concreto ya lo tenía bastante claro. Dos días después se anunciaba su marcha al conjunto alemán, entrenado por Pep Guardiola.

Aquel episodio demostró varias cosas. La primera, que es difícil luchar contra la voluntad de un futbolista si éste quiere abandonar un equipo, por mucho nombre que tenga el club damnificado y el momento de la temporada en el que nos encontremos. También sembró las primeras dudas en los inicios de la temporada en la que el vigente campeón de Europa debía defender el título y partía como máximo favorito a todas las competiciones que se le presentaban en el horizonte. A Ancelotti la marcha de Alonso le pilló por sorpresa y el club no reaccionó para tapar su hueco. Se confió en lo que había y no se le dio importancia a que el vasco, junto a Ángel Di María, suponía casi el 70 por ciento del medio campo que le había dado la décima al madridismo hacía sólo unos meses (aunque el de Tolosa no jugó la final). Mucho tiempo después, no sin algo de ventajismo, parece que aquellas dos bajas han acabado pesando, viendo todo lo que ha sucedido.

Ahora nos encontramos ante una situación de incertidumbre similar con Iker Casillas de protagonista. El capitán del Real Madrid y estandarte de la plantilla desde hace incontables temporadas sigue siendo la primera imagen del club en la presentación de las equipaciones para la temporada 2015-2016, justo en el momento en el que más se está discutiendo su salida del equipo. Más allá de opiniones sobre si debe continuar o no, que esté en el disparadero es un hecho constatable y merece la pena recordar que aunque siga participando de todos los actos institucionales no es garantía de su continuidad. Las pruebas recientes lo demuestran.

La única diferencia entre Iker y Xabi, que meses después de su marcha, por cierto, tuvo algún gesto poco cortés hacia el de Móstoles con ciertas declaraciones hirientes para el madridismo desde Múnich, es que la salida del centrocampista fue tan sorpresiva para la afición como rápida en su ejecución. Los rumores sobre la marcha de Casillas son públicos y comentados incluso por su propio protagonista y tenemos todo el verano por delante. De momento, ha conseguido ponerse la camiseta de la próxima temporada.