El cambio de cromos de Benítez de consecuencias peligrosas ante el Bernabéu

La rumorología de fichajes, tan activa durante estos meses de verano, ha hecho que se crucen dos nuevas 'historias', de momento hipotéticas, de cara al nuevo Real Madrid de Rafa Benítez. Tras asegurarse que el club blanco no irá finalmente a por Marco Verratti, se busca otro mediocentro más para reforzar la línea de medios que sea del gusto del técnico y las miradas podrían haberse centrado en un viejo conocido de la afición merengue, básicamente porque empieza a ser un clásico todos los veranos: Arturo Vidal.

El chileno de la Juve se encuentra liderando a su selección en la Copa América de su país y su gran eliminatoria de semifinales de la Champions contra el Madrid le habría vuelto a colocar en la órbita de la entidad presidida por Florentino Pérez. Es un tipo batallador, físicamente potente, con llegada y capacidad de recuperación, muy del estilo Benítez. El Madrid ha perdido a un futbolista de características que podrían ser parecidas como Sami Khedira, que precisamente acaba de fichar por la 'Vecchia Signora'.

Y en un compendio de cambios de 'cromos', con el alemán vendido ya al conjunto turinés y la posibilidad de que Vidal recale en el Bernabéu, ahora Massimiliano Allegri ha puesto sus ojos en Isco Alarcón. El malagueño sería el hombre escogido por el técnico de moda en Italia para ocupar progresivamente el rol de Andrea Pirlo en el medio campo de la Juventus. El veterano '21', de hecho, podría incluso marcharse ya a terminar su longeva carrera a la MLS.

Con Isco en la puerta de salida las cosas podrían tomar un rumbo más delicado en el día a día del Real Madrid. El de Arroyo de la Miel ha vivido un constante examen desde que aterrizó en Chamartín hace ya dos temporadas, y parece que tendrá que volver a demostrar su valía desde cero a partir de julio. No es un jugador de un perfil que suela gustar excesivamente a Benítez, si atendemos a todos los equipos a los que ha entrenado y el tipo de futbolistas que ficha y utiliza. De hecho, es el gran señalado por la prensa cuando se empieza a especular por el once titular de la próxima campaña.

A Isco nunca se le ha garantizado la titularidad pero se le ha exigido muchísimo más que a otros, lo que puede tomarse como un elogio (la inmensa mayoría del madridismo le ama casi tanto como a Sergio Ramos, Cristiano o Luka Modric) ya que se espera de él lo máximo. Pero también es un constante 'martilleo' en la cabeza del andaluz, que nunca ha 'rajado' sobre sus constantes suplencias en cada ocasión en la que la plantilla ha estado al completo, sin lesionados, y a pesar de sus periodos de exhibición futbolística, aunque sí ha dejado entrever cierto cansancio al final de la campaña que acaba de finalizar: "Yo pensaba que lo estaba haciendo bien, no estoy contento pero es lo que hay", decía al ver cómo James le había quitado el puesto al volver de su lesión allá por el mes de abril.

No son pocos los que piensan que esta constante tendencia por exigirle más que a otros acabará con cansarle y le sacará del Madrid. El problema es que es uno de los hijos pródigos del Bernabéu. Rara es la vez que no se escucha al público corear su nombre cada fin de semana, y cambiarle por un 'bregador' como Vidal sería una decisión que seguramente provocaría escepticismo e incluso enfado en buena parte de la grada. Una carta de presentación de dudosa conveniencia para Benítez.