Crecen las dudas en torno a la Real Sociedad 2.0 de David Moyes

"Creo que tenemos opciones de incorporar a Danny Ings". Estas palabras fueron pronunciadas por el técnico escocés David Moyes hace algunas semanas. Este lunes, el delantero del Burnley es nuevo jugador del Liverpool. Una historia que muchos en San Sebastián se veían venir desde hace tiempo, y que ha terminado por hacerse realidad. El delantero que más pretendía el club donostiarra no llegará a Anoeta.

Toca volver a peinar el mercado y buscar alternativas. En este sentido, parece que el jugador costarricense del Arsenal Joel Campbell es una de las opciones más plausibles. Su experiencia en España (Betis, Villarreal) es un punto a favor, aunque lanza un mensaje: La Real no tiene capacidad para hacer grandes contrataciones, ni siquiera fichajes importantes desde el punto de vista económico.

Lo cierto es que estamos al principio de la pretemporada y las sensaciones en torno a la nueva Real Sociedad de David Moyes no acaban de ser totalmente positivas. Desde luego, el entrenador británico, ex del United, da un perfil muy alto por su caché y además le avalan los resultados del equipo desde que lo cogió a finales de 2014. Pero si la máxima en lo que restó de curso fue mantener la categoría y esperar tiempos mejores, ahora la afición no se contentará sólo con un equipo 'aseado' y que defienda bien.

Hacen falta mimbres, nuevos futbolistas. Y de momento no hay perspectivas demasiado claras. Moyes viajó hace semanas a Bélgica para observar jugadores de perfil muy desconocido. Por otro lado, los mensajes que se lanzan desde la directiva no acaban de ilusionar, sobre todo con decisiones muy polémicas. Entre otras, la propuesta de renovación a un jugador muy criticado por el entorno realista como Gorka Elustondo o el reconocimiento de que no ha habido intentos por repescar al madridista Asier Illarramendi.

No son pocos los periodistas especializados en información sobre la Real Sociedad que, sin querer criticar a Moyes de forma abierta e injusta, algo que desde luego tampoco debe hacerse, no han dejado de manifestar su escepticismo con respecto a la próxima campaña: Pocas posibilidades económicas, una gestión por parte de la directiva -más que por parte del técnico- más que dudosa y cierto caos sobre el plan a seguir, con varios sistemas manejados por un entrenador cuya costumbre de no enseñar detalles de los entrenamientos o las decisiones tácticas a la prensa no ayudan a que el aficionado se ilusione. Se avecina un verano bastante largo en San Sebastián.