Álvaro Morata: El 'niño esperanza' de la Juve y del fútbol español

Un amplio repaso a la todavía corta pero exitosa carrera del joven delantero

Probablemente, muy pocos futbolistas jóvenes despierten tanta expectación en el fútbol español actualmente como Álvaro Morata. El delantero de la Juventus es, a sus 22 años, una de las perlas del balónpie patrio por todo lo que ha conseguido a su corta edad y en muy poco espacio de tiempo, y también por lo que prácticamente toda la prensa especializada y multitud de técnicos y especialistas han hablado sobre él: Su techo es aún desconocido y representa el futuro del ataque de la selección española.

 

Recuerden bien esa edad: 22 años. Sólo uno después de aterrizar en un campeonato de características tan difíciles de asimilar para un extranjero como es la Serie A -especialmente si es Español, no muchos han triunfado allí- el niño que salió del Real Madrid como joven promesa venida a menos por la falta de minutos en la casa blanca se ha convertido en una referencia de uno de los clubes con más historia en su escudo de toda Europa, y en la apuesta de Vicente del Bosque junto a Paco Alcácer y Diego Costa (pero por delante de ellos de momento) en el ataque de la Roja.

 

Pero esa falta de minutos no fue toda culpa del Real Madrid. Morata atravesó momentos difíciles en la temporada 2013-2014 a pesar de acabar levantando la décima Copa de Europa para el madridismo en Lisboa. La imperiosa necesidad de tener que demostrar su valía en cada minuto que Carlo Ancelotti le daba, y no eran demasiados, le hizo jugar visiblemente nervioso y agarrotado en multitud de ocasiones, consciente de que el tiempo no espera a nadie en Chamartín. Hacía falta un cambio.

 

 

A pesar de ello marcó 9 goles en todo el curso y en su primer año completo como futbolista del primer equipo blanco. Este sábado, de vencer contra todo pronóstico al Barcelona en Berlín, se convertiría en uno de los poquísimos jugadores que han levantado dos Champions con dos clubes distintos y en dos años consecutivos, junto al francés Desailly (Olympique de Marsella en 1993 y Milan en 1994), el portugués Paulo Sousa (Juventus en 1996 y Borussia Dortmund en 1997) y el camerunés Samuel Eto'o (Barcelona en 2009 e Inter de Milán en 2010). El aliciente de esta edición sería, además, el hecho de que Morata ha tenido mucho que ver en la llegada de la Juve a la final. En total ha anotado 14 tantos en todas las competiciones con la escuadra transalpina.

 

Dotado de unas condiciones técnicas muy notables, se trata de un delantero capaz de jugar tanto dentro como fuera del área. Tiene la capacidad para aguantar el balón de espaldas y dar salidas al juego de ataque concentrando la atención de los defensas rivales para abrir espacios a sus compañeros, pero además no es especialmente lento y posee mucha potencia arrancando por cualquiera de los dos costados. Todo ello, por supuesto, junto a la cualidad que mejor define a los delanteros: Su olfato de gol. Morata es capaz de ser un segundo punta o una referencia con mucha movilidad, y en Italia ha pulido dos aspectos en los que tenía carencias, la fortaleza física y la tranquilidad mental y psicológica a la hora de aguantar la presión en los momentos decisivos.

 

 

Morata comenzó su relación con el fútbol en las categorías inferiores del Atlético de Madrid, un hecho que ilusionó a su abuelo, reconocido hincha rojiblanco. Acudió a la escuela colchonera y al famoso campus donde conoció al serbio Milinko Pantic, al tiempo que compartió sus primeras experiencias con chicos que luego han llegado también a la élite como Koke o De Gea. Pero una serie de cambios llevados a cabo en la Fábrica del club le hizo perder protagonismo, por lo que tuvo que buscarse la vida en el Getafe. Tras una breve etapa en la entidad 'azulona' del sur de Madrid, fichó por las categorías inferiores del Real Madrid haciendo así feliz en esta ocasión a su padre. Ese cambio de camiseta resultó decisivo para el chico, que desde su entrada en Valdebebas en 2008 sólo tardó dos años en convencer a José Mourinho para debutar con el primer equipo, en diciembre de 2010 y en un partido de Copa del Rey frente al Real Zaragoza.

 

Desde muy pronto la prensa estuvo muy encima del canterano, al cual se le consideraba una estrella en ciernes y con mucho potencial. Morata despuntó rápido en las distintas secciones del Real Madrid, pasando brevemente por el Juvenil y el 'C' para acabar de formarse en el primer filial, el Real Madrid Castilla. En casi todas ellas fue pieza goleadora fundamental, alcanzando las 12 dianas en Segunda División en la 2012-2013, justo antes de firmar su primer contrato con el primer equipo.

 

 

Esta proyección se manifestó también de manera muy especial en la selección española y en todas sus categorías inferiores. Morata posee una de las mejores medias goleadoras de siempre en los distintos equipos de la Roja y ha logrado hacerse con los campeonatos europeos sub-19 en 2011 en Rumanía y sub-21 en 2013 en Israel, siendo el máximo goleador en ambos con 6 y 4 dianas, respectivamente. Con la absoluta ha disputado hasta el momento cuatro partidos, anotando un tanto ante Ucrania en el pasado mes de marzo, gol que valió los tres puntos de cara a la clasificación para la próxima Eurocopa de Francia 2016.

 

Ahora, Morata afronta el que es, probablemente, su mayor reto como profesional hasta la fecha. Llega a la final de la Champions en Berlín después de haber sido, literalmente, el verdugo de su ex equipo, el Real Madrid, en las semifinales del torneo, marcando tanto en el partido de ida en Turín (2-1 para los italianos) como el gol decisivo que empató el choque de vuelta en el Santiago Bernabéu (1-1) y neutralizó el de Cristiano Ronaldo. Morata ha anotado un total de cuatro goles en esta edición de la Champions, todos ellos en la fase de eliminatorias. Su actuación frente a los blancos fue valoradísima y le ha valido el hecho de que incluso el propio Real Madrid se esté planteando repescarle. Pero ahora se centra en conquistar su segunda 'Orejona' tras la experiencia de Lisboa. Sería su octavo gran título a nivel de clubes tras la Liga (2012), las dos Copas del Rey (2011 y 2014), la Supercopa de España (2013) y la mencionada Champions 2014 con el Madrid y el Calcio y la Copa de Italia conquistados este año con la 'Veccia Signora'. Morata, un niño tocado por una varita mágica.