James Rodríguez saca los colores a la Roja en su último partido en España (y el lío con Piqué)
La Selección se estrella ante Colombia con dos jugadas desafortunadas. Morata salvó en el 87' un partido que empezó bien y acabó peor.
Colombia sacó un empate en La Condomina de Murcia y si no ganó el partido fue simplemente porque Morata logró pescar un balón aéreo de los que no se suelen enchufar. Lo hizo en el minuto 87 de un encuentro que la Roja sólo dominó a placer en su primera media hora. Después de esos 30 minutos de buen juego, llegó el empate en una jugada en la que Piqué, Reina y Azpilicueta no se entendieron y le pusieron el gol en bandeja a Cardona. El central azulgrana, que ejerció de capitán durante algunos minutos, fue de nuevo pitado por el público español. James Rodríguez fue intermitente pero delicioso en cada jugada y guió a la Selección cafetera con maestría, seguramente en su último encuentro en España. Goles también de Silva y Falcao, en un partido que dejó las siguientes claves:
Buenas alternativas. Lopetegui probó con muchos cambios respecto a un once inicial reconocible para un partido oficial. Azpilicueta, Nacho, Illarramendi (que debutaba), Pedro y Iago Aspas formaron al principio. Gustó bastante y de forma especial el mediocentro de la Real Sociedad, que demostró que puede sustituir a Busquets en la posición de pivote con garantías. Junto a él, Koke, que sigue rindiendo cada vez mejor con Julen aunque luego se evaporó, y como siempre, la dupla que todavía es insustituible e innegociable si queremos tener opciones en el Mundial. Iniesta y Silva son la piedra angular que sostiene al equipo, el legado de la mejor de las generaciones y los cimientos de los nuevos que van llegando y se van asentando. El canario volvió a marcar, y con 31 goles se sigue acercando a los tres tenores del gol de toda la historia de la Roja, Villa (59), Raúl (44) y Torres (38), como cuarto máximo goleador de siempre.
El 'antídoto Lopetegui'. Tras un inicio, como decimos, de buen fútbol y con las señas de identidad que el Seleccionador ha devuelto a la Roja (presión alta, velocidad de circulación y juego más vertical) Colombia despertó. Guiada por James y sostenida por el conjunto, hizo probar a España de su propia medicina y descubrió su punto más débil: la presión. Esa misma que ejerce el equipo español cada vez que puede en campo contrario, achicando espacios y dejando a Piqué y Nacho sin ideas, desconectados de Illarra y de los dos interiores. Los pies de Reina entraron en acción y causaron las primeras dudas. Es esta España un equipo que conserva la idea del toque y tiene calidad a raudales, pero que todavía no tiene una fortaleza física, mental y de equipo que manda capaz de hacer frente a estas situaciones pasajeras con totalidad de garantías. El empate llegó por ese periodo de dudas en la salida. A Cardona le bastó con elevar el esférico para mandarlo a la red, ante el salto acrobático pero insuficiente de Piqué.
James y Falcao. Si el '10' es el líder natural de esta Selección colombiana que tiene un puñado de futbolistas fantásticos y un once titular que al recitarlo te provoca como poco un respeto reverencial, el '9' ha vuelto por sus fueros definitivamente. Su fantástica temporada en el Mónaco, consagrada con una renovación al alza, se va prolongando al combinado cafetero. Volvía a España el ex del Atlético de Madrid y lo celebró con un tanto de ariete puro, de nueve de área. Reina contribuyó lo suyo con una salida estrepitosamente mala en un córner que dejó la portería vacía ante el cabezazo del 'Tigre'. Hasta la sustitución de un James enormemente activo y muy motivado, Colombia maniató a la Roja y fue mejor.
Morata... para no recordar la 'guerra civil' con Piqué. Lo justo era el empate porque pese a ser mejor a los puntos, Colombia había logrado ir por delante gracias a un 'casi' autogol español y un error del portero. Lopetegui hizo cambios, metió juventud y mucho desparpajo con Saúl, Deulofeu y sobre todo Asensio, brutal como siempre desde su salida, y la Roja pasó a defensa de tres para igualar por lo menos. Cercó la portería visitante con más ambición que movilidad o ideas, más allá de buscar al joven balear del Madrid. Y finalmente, en una buena jugada por banda izquierda, un centro tosco de Saúl fue peinado con maestría por Morata, que desvió lo justo para superar a Ospina y clavar el esférico en su palo largo. Faltaban tres minutos para el 90', y en ese momento ya no estaba sobre el césped un Piqué que volvió a dividir a la afición española: Pitos al principio, aplausos después y cruce de ambas cosas de forma desagradable cada vez que tocó el balón. Es un lío que no cesa.
¿Y ahora? España sigue invicta en la era Lopetegui, pero sus últimos amistosos de envergadura han dado dos avisos considerables. Contra Inglaterra se empató un 2-0 en los últimos cuatro minutos, hoy se igualó en los últimos tres. El cupón de la suerte se le va acabando al Seleccionador, aunque es cierto que las sensaciones y la ambición siguen siendo notables a falta de un año para Rusia. Nos espera Macedonia este domingo.