El 'chivatazo' del vestuario sobre Gareth Bale que mete en un problema gordo a Zidane

La victoria en Champions frente al Atlético de Madrid ha disparado todas las alarmas.

Uno de los aspectos que Cristiano Ronaldo destacaba nada más marcar su Hat-Trick ante el Atlético de Madrid el pasado martes fue la actitud y el nivel al que actuó todo el Real Madrid en conjunto para poder doblegar a los rojiblancos. "Fue un partido total del equipo". Lo repitió varias veces, y no es excesivamente habitual que el portugués repare en este tipo de cuestiones en las pocas veces en las que sale a hablar con los medios de comunicación después de un choque. Del mismo modo, Toni Kroos puso énfasis en el hecho de que el Madrid jugó la ida de semifinales de la Champions League con cuatro medios, algo que tampoco es habitual si la BBC está en perfectas condiciones (sus palabras, por cierto, han generado polémica y debate).

 

 

El Real Madrid se empieza a dar cuenta de que el discurso de Zidane cala. De que el francés tiene toda la razón. Los resultados y el estado de forma del equipo avalan el 'libreto' del técnico francés, que a costa de acarrear con posibles consecuencias de todo tipo se empeñó desde el principio de la temporada en darle minutos absolutamente a todos sus jugadores, intentando que saliera quien saliera, el nivel medio general del equipo no se resintiera. Con Zizou muchos aficionados han conocido por primera vez en su vida una versión del Real Madrid en la que las rotaciones no son una utopía o un falso mito, son la clave del éxito. Y reales. Los jugadores se lo han creído.

 

Pero de la misma forma que los futbolistas han experimentado en sus propias carnes cómo jugar menos individualmente y priorizar el espíritu de grupo y de equipo es beneficioso, ahora toca estar con aquellos que no han tenido tanta suerte esta temporada a la hora de brillar. Y en este sentido, una de las figuras que más han sido perjudicadas en cuanto a imagen es Gareth Bale. Sus constantes lesiones le han lastrado esta campaña, y su necesidad de muchos partidos y minutos para ponerse a tono han hecho que esté firmando un año más que discreto. Y tenía que llegar el momento en el que el debate se centrase en si merece la pena seguir apostando por la BBC o sacrificar a uno de los tres de arriba para meter un centrocampista más (como dice Kroos) y darle equilibrio y control al equipo. Parece que ahora mismo es lo mejor.

 

 

Por eso, la situación de Bale (no sólo porque el Real Madrid juegue mejor con un 4-4-2 que con un 4-3-3) es algo complicada desde hace semanas, tal y como hemos venido hablando en Don Balón. Y por eso, el vestuario sabe que Bale puede estar nervioso. Nervioso porque ve cómo su posición dentro del equipo empieza a destilar dudas. Y también, porque el Real Madrid está a un paso de la final de Cardiff, en la que desea estar a toda costa el galés, que quiere ganar una Champions League en su casa. Y por todo ello, el vestuario hace piña en torno al galés, y le manda un mensaje: "Estarás con nosotros allí". Eso es lo que ha desvelado el medio El Bernabéu.

 

Problema para Zidane

 

No obstante, aunque el buen rollo y el compañerismo reine (y reinará) de aquí al final del año, el tema de Bale va a traer cola y va a meter en un problema absolutamente inevitable tanto a Zidane como a los futbolistas. El vestuario tiene que arropar al crack galés, pero al mismo tiempo hay quienes no pueden evitar pensar y reconocer que es fundamental terminar la campaña jugando con el sistema actual de cuatro medios y dos delanteros, con el que el equipo tiene más el balón, ataca y defiende mejor y sufre menos en los partidos. Y contando con que Bale llegue a la final de Cardiff, en caso de hacerlo, lo hará entre algodones y pasado de forma.

 

Por ello, sería muy recomendable que ese partido lo empezase desde el banquillo. Pero, ¿cómo decirle a uno de los tres jugadores franquicia de la plantilla que no va a jugar de inicio una final de la Champions League en su propia casa y ante su gente, en una oportunidad que nunca más se presentará para él? Complicado... y todo un reto en forma de 'marrón' para Zidane.