Piqué está en el punto de mira del vestuario del Barça: los capos tiran de la manta

'Geri' no es ni la sombra de Sergio Ramos en el Madrid

Stop. Gerard Piqué es un tipo gracioso, populista, que hace de su discurso de taberna un escudo para sobrevivir/sobresalir, pero también el capo de un defensa que pierde aceite como un viejo Seat 127.

 

 

Las comparaciones son odiosos, pero en el Barça van que vuelan. Los capos del vestuario, también la directiva, está harta de tapar/sofocar los incendios que provoca el ego de un ‘Geri’ en caída libre en lo deportivo.

 

Las voces internas que apuntan a que Gerard se está haciendo preocupantemente mayor –sólo tiene 30 años- son mayoría.

 

La Juventus ganó al Barça por infinidad de argumentos, pero hay uno que se impone con fuerza en la mente de los Messi, Neymar y Suárez: la defensa.

 

Si el Barcelona tuviera una pareja como Bonucci/Chiellini el triplete estaría en el saco.

 

Piqué no es Ramos. Ni gana partidos, ni los salva. El central está a años luz de ser el jefe de la defensa que necesita el Barça. Un jugador que vive más pendiente de la provocación al rival que de tomar el mando en la última línea.

 

El Barcelona, no es casualidad, ha cambiado de planes: se busca centra de garantías. Un crack para formar pareja con Piqué o Umtiti, que empiece a apuntar el camino de salida del Camp Nou a ‘Geri’.