James Rodríguez le 'monta un numerito' a Zidane en el trámite (que no lo fue tanto) de Leganés

Victoria del Real Madrid sobre el conjunto pepinero en un partido sin mucha historia, más allá de los dos goles del Leganés en tres minutos.

El fantástico partido de Asensio en Butarque fue la mejor noticia para un Real Madrid que ganó con el automático puesto en Leganés, pensando claramente en el derbi y sin alardes. Zidane realizó la mayor apuesta personal de la temporada al meter nada menos que nueve cambios respecto al último partido. Morata en tres ocasiones y James Rodríguez hicieron los tantos del líder. Estas fueron las claves del choque:

 

 

Muchísimos cambios. Si Zinedine Zidane ya ha pasado a la historia del Real Madrid como el primer técnico en décadas que, de forma real, está utilizando a toda la plantilla y haciendo rotaciones de forma constante a lo largo de toda la temporada con éxitos, en Leganés rizó el rizo nada menos que con nueve sustituciones de inicio respecto al once que formó ante el Alavés en el Bernabéu el pasado domingo: Keylor, Ramos, Marcelo, Casemiro, James, Asensio, Morata, Lucas Vázquez y Kovacic. Muy arriesgado el movimiento del técnico galo, que en algún momento de la temporada ha llegado a patinar (o casi) jugándosela con este tipo de decisiones. Sin embargo, volvió a demostrar que tiene entereza para sentar a las estrellas, manejar a la plantilla a su gusto y sacarle rendimiento a la segunda unidad, más que ningún otro entrenador desde hace muchos años. 

 

Sin medio campo... pero con Morata. El resultado de esta 'revolución' en el equipo inicial fue una versión del Real Madrid con mayor ilusión en ataque, pero frágil en el medio campo y vulnerable en defensa, seguramente demasiado. Sin la BBC ni tampoco Modric y Kroos, el Leganés fue capaz de disputarle el esférico al equipo blanco en la medular, pero fue incapaz de frenar la imaginación y la velocidad en el toque y la combinación de Asensio, Lucas y Morata arriba, con ayuda intermitente de un gris James, el único que no aprovechó la oportunidad. Los cuatro tantos madridistas llegaron por esa vía, tanto en las formas como en cuanto a protagonistas. Tres de ellos obra de Morata, que se reencontró con el gol en todas sus formas: un primer tanto de cabeza y casi sin ángulo, una buena definición posterior y un tercer gol que se disputará con Mantovani. Difícil decir si fue en propia puerta.

 

 

Asensio. Dentro de esta descripción, el balear merece un párrafo aparte. Probablemente vimos el partido más completo y de mayor inspiración de Marco Asensio este curso. El jovencísimo futbolista mallorquín no anotó esta vez, pero desplegó un fútbol virtuoso que demostró no sólo que tiene un futuro increíble, sino que ni la camiseta ni la falta de minutos le pesan a la hora de opositar a ser un jugador mucho más importante la próxima temporada. De forma indirecta, puede que haya sentenciado a James Rodríguez esta noche.

 

El 'cabreo' monumental de James. En ningún momento encontró su juego el colombiano, que marcó el primer gol, regalado por Asensio, pero que estuvo errático en el pase y poco acertado en la toma de decisiones. Sin duda, no aprovechó una oportunidad de oro para reivindicarse. Bien lo sabía cuando Zinedine Zidane decidió sustituirle en el primer cambio del partido en las filas merengues, dando entrada a Isco. Visiblemente enfadado, se fue al banquillo entre murmuraciones y acabó golpeando la pared del mismo. No se saludó con el técnico.

 

El Leganés. Los locales fueron esfuerzo e ilusión, con unos diez minutos de gloria durante el primer tiempo. El plan del Leganés fue presionar el medio campo madridista y tapar los costados de los dos laterales, pero fue incapaz de frenar al equipo rival una vez que éste pasaba la línea medular, aunque fuese con balones largos. Gran partido de Rico, que fue un puñal por la banda izquierda. Gabriel Pirés y Luciano dieron esperanzas en el 31' y el 33', ya con 0-3 en el marcador. Pero realmente, el equipo local apenas llegó a inquietar al Real Madrid en ningún momento del partido.