España asalta Francia (y se revoluciona) con un nuevo 'numerito' del VAR: 5 cosas que aprendimos

La Roja se lleva un intenso y exigente amistoso con tantos de Silva de penalti y Deulofeu. El VAR, decisivo, intervino en el segundo gol y anuló otro a Francia. Estas fueron las claves del partido.

Ambición. Para nada pareció un amistoso. Tanto Francia como España se tomaron el partido bastante en serio, y es que ganar este tipo de encuentros, pese a lo amistoso, refuerza la confianza en uno mismo y en las posibilidades de cada equipo. Francia acaba de salir de una derrota en un campeonato europeo y en casa, y para España empezar a recuperar este tipo de victorias es clave. Estos triunfos con cierta dosis de suerte, otrora se nos caían de las manos, pero desde la debacle del Mundial 2014 no habíamos vuelto a conseguir ganar en un estadio de empaque y frente a un campeón europeo y/o mundial. Recuerden una victoria pocos meses antes de la Eurocopa 2008, muy al inicio del concepto del 'tiqui-taca' de Luis Aragonés, lograda con mucho sufrimiento pero con un gran segundo tiempo en Wembley gracias a un gol de Iniesta. Ironías del destino, muchos señalan que ahí empezó todo. Y a falta de poco más de un año para Rusia 2018, volvimos a ganar un choque ante una de las Selecciones grandes después de bastantes derrotas.

 

Continuidad. Y la victoria llegó, sobre todo, gracias a que Lopetegui ha conseguido centrar de nuevo al equipo en base a la idea de siempre. Nuestro estilo es el que es, y no es capricho cambiarlo o mantenerlo, sino que se debía entender que si se quiere ganar, España no lo hará jugando de otra forma. Siendo cansinos con la posesión podremos perder, pero jugando a otra cosa, con las generaciones que vienen y la que ya está, seguramente no ganaríamos nunca. Al igual que en el duelo frente a Israel, la Roja intentó ser intensa en la presión, solidaria en el toque y muy dinámica en cuanto a movilidad. No lo logró en los primeros minutos del encuentro ni tampoco al final de la primera parte pero sí durante media hora en la que empequeñeció a la subcampeona de Europa. Isco y Koke reemplazaron a Thiago y Silva y si bien seguramente no ofrecen exactamente el mismo nivel, dan una continuidad a la idea de juego. Otra vez muy bien los dos laterales en ataque y con Morata de referencia se tuvo más movilidad arriba, pero menos gol. Seguramente Pedro fue la única nota algo negativa: no mejora a Vitolo ni fue superior a Deulofeu en el segundo periodo.

 

 

 

Mejorar en defensa. Si algo es verdad que fue negativo, fue la cantidad de ocasiones claras que creó Francia. Los galos intentaron tener el control del juego pero esa idea les duró poco en cuanto vieron la superioridad española en el medio campo. Su salida estaba clara: optar por el físico y el fútbol directo. Así , con Mbappé como punta de lanza (pinta muy bien el chaval, es totalmente cierto) y Griezmann como amenaza constante, apoyados por una inestimable dosis de músculo, seguramente crearon más sensación de peligro que España en líneas generales. Ahí todavía flaquea la Roja, que no ha vuelto a ser tan sólida como en los tiempos del doble pivote de 2010 y 2012. Pese a todo, el combinado de Lopetegui supo aguantar.

 

 

El VAR marcó el partido inevitablemente. No lo decimos porque las dos decisiones que se tomaron en base al vídeoarbitraje, ambas correctas, fuesen polémicas por sí mismas. Como todo en esta vida, un cambio drástico genera rechazo primero e incredulidad después, y lo cierto es que la prueba del sistema ya de por sí generó multitud de comentarios y minutos de desconcierto insoportable, luego añadidos en un grotesco (por extraño siendo un amistoso) descuento de cinco unidades. Fue clave para España, con un gol anulado justamente a Francia por fuera de juego (dilucidado en minuto y medio) y otro injustamente a España que después se concedió, obra de Deulofeu, al que ya le había dado tiempo a celebrarlo y quedarse esperando el saque de centro. Nadie ve claro que la implantación de la tecnología vaya a solucionar las imperfecciones que de facto son una gran parte del éxito del fútbol como deporte más popular del mundo, pero está claro que antes de emitir un juicio sumarísimo conviene esperar bastantes más pruebas.

 

Esperanza. Lopetegui aún no ha perdido como Seleccionador español, y mantiene a la Roja líder de un grupo de clasificación para el Mundial en el que está Italia, sin agobios ni dudas. Ha ganado ya en Saint Denis y lo hizo en Bélgica en su debut. Se ha recuperado la frescura en el juego y, parece, la ilusión por jugar con la Selección y ganar. Ha habido paso para jugadores jóvenes y ciertos cambios de nombres propios determinados. Lo cierto es que queda un año y unos meses para el Mundial y España parece haber dado un paso al frente en cuanto a mejoría tras los fiascos de 2014 y 2016, pero aun es pronto para lanzar las campanas al vuelo.