Los cinco motivos para ilusionarse con la Roja (si te lo perdiste): Así goleó España a Israel

El combinado de Julen Lopetegui alegra la noche en Gijón y pasa por encima del equipo hebreo con cuatro goles de bella factura. Sigue líder de su grupo de clasificación para el Mundial.

España pasó por encima de Israel y sigue al frente de su grupo de clasificación para el próximo Mundial de Rusia 2018. En una nueva actuación muy alegre y más que decente, los de Julen Lopetegui demostraron que a la Roja le ha invadido una ilusión nueva y un aire fresco que era muy necesario tras las citas internacionales de 2014 y 2016. Sin bajar el pistón en casi ningún momento, España superó con calidad, circulación de balón, velocidad en el juego y presión alta a una Selección de Israel que pese a todo inquietó a De Gea y fue capaz de marcar un tanto. Silva, Vitolo, Diego Costa e Isco, goleadores españoles. Refaelov hizo el tanto hebreo. Estas fueron las claves del partido:

 

 

Intensidad y presión alta. Justo los dos conceptos que, muy lentamente, se habían ido abandonando poco a poco en torno a la Selección. El desgaste progresivo, la entrada en edad de algunos jugadores clave o un cambio de ciclo simple, llámenlo como quieran, pero el caso es que Julen Lopetegui se propuso recuperar, por encima de todo, la ilusión de los futbolistas por divertirse jugando y parece que lo va consiguiendo. Y la única forma de hacerlo es logrando que se convenzan para volver a hacer lo que más y mejor definía a la mejor España de siempre: capacidad constante de recuperación en campo contrario, movimiento de balón con velocidad y mucha movilidad y dinamismo de todos los jugadores. De menos a más, la Roja hizo esto durante todo el encuentro y eso es noticia, porque un partido de clasificación ante una Selección menor como Israel fue entretenido, algo que se había perdido.

 

Los nuevos suman (mucho). Vitolo marcó su cuarto gol en cinco partidos con la Selección, y Diego Costa volvió a marcar. Parece que poco a poco, Lopetegui ha encontrado la fórmula de hacer que el hispano brasileño no solo anote goles, sino que sea útil al equipo. Empieza a ser reconocible con movilidad, buscando espacios tanto en banda como en posiciones entre líneas pero llegando después a zonas de remate en jugadas en estático, y pivotando de espaldas. En cuanto al canario, podemos decir que cumple a la perfección con el papel que realizó durante años un Pedro que volvió a una convocatoria en este doble compromiso con la Roja, pero que tiene en su paisano un auténtico rival, y duro, por un puesto.

 

 

 

Thiago. Tras ser titular en todos los partidos de clasificación, Koke dejó su puesto en el eje de la creación en el centro del campo al jugador del Bayern de Múnich, y fue un acierto. Si alguien puede llegar a acercarse al rol que en su día hizo Xavi en la mejor Selección del mundo, ese es Thiago Alcántara. Iniesta y Silva siguen siendo los jefes en cuanto a generar peligro entre líneas y en la frontal, pero por detrás necesitan a un socio como el ex azulgrana. Thiago hizo uno de sus mejores partidos con la Roja ofreciéndose en todas las jugadas de construcción y templando el juego desde el centro y hacia los costados. Buenísima noticia, España le necesita.

 

Iniesta, Silva... y los laterales. Siempre destacan un poco por su protagonismo en ataque, pero su regularidad hace que, si bien siempre sean clave, ya no sean noticia. El manchego y el jugador del Manchester City han asumido todo el liderazgo de medio campo hacia delante en esta nueva etapa de la Selección, por cortesía de Lopetegui. Con Isco como secundario de lujo (buenos minutos desde el banquillo y un gol), son la llave para abrir cualquier defensa y mantener posesiones infinitas. Pero esta vez también merecieron un aparte los dos laterales. Carvajal sumó sus mejores minutos con la Roja y junto a Alba fue un puñal bien abierto por su costado. Hacía tiempo que España no hacía tanto daño por los costados.

 

Ilusión. Eso es lo que queda después de haber visto, otra vez, una gran actuación de una España que con Lopetegui ha recuperado incercias pasadas, va abandonando vicios y combina lo mejor del pasado y lo mejor del presente. Pero hace falta refrendarlo con un primer triunfo de talla internacional. Dentro de unos pocos días existirá la oportunidad de lograrlo ante la subcampeona de Europa, Francia, que ya espera en tierras galas.