La última indirecta de Luis Enrique al Barça (no le harán ni caso)

Ha sido decirlo y mejorar todo. O al menos, esa es la sensación que se tiene en el Barça. El anuncio de Luis Enrique sobre su marcha del club al final de la temporada ha provocado una ola de optimismo en el ambiente hasta tal punto que se considera que hay opciones de remontada este miércoles ante el PSG. Sobre el césped, los futbolistas dieron una exhibición ante un equipo complicado como el Celta, y en general parece que hay una mejoría respecto a los últimos partidos. Y el asturiano no lo esconde para nada.

"Estoy igual de pletórico, en cuatro días no pierdo la fuerza. Sí que estoy un poco más aliviado y con la atención puesta en lo que es este final de temporada apasionante por los objetivos que tenemos", explica un técnico que ahora incluso se permite bromear con la prensa: "Ya veremos si echo de menos a la prensa, ya... no sé lo que va a suceder. Lo que sí que sé es que mi mujer quizás no me aguanta uno, dos o tres años en casa", asegura.

"Tengo una mejor relación ahora con el vestuario. La decisión es personal. Con el paso de las temporadas tengo una mejor relación con mis jugadores", asegura, al tiempo que deja una 'perla' en forma de sugerencia: "Me voy yo, no mi cuerpo técnico [...] yo tengo muy en cuenta a mi grupo de trabajo, como seguro que también lo tiene Pep (Guardiola). Es una profesión diferente, en la que tienes que tomar decisiones importantes y luego los resultados dicen si te has equivocado o has estado mejor o peor".

Luis Enrique postula a Juan Carlos Unzué, su segundo de a bordo, como próximo entrenador azulgrana, algo que no parece viable teniendo en cuenta la terna de candidatos que suenan para ocupar el banquillo culé, desde Sampaoli hasta Valverde. Todo apunta, pues, a que su equipo de trabajo tendrá que buscarse la vida, a pesar de que supone una vía continuista y de la casa, justo lo que el director deportivo, Robert Fernández, dejaba caer en el partido ante el Celta el pasado fin de semana.