Luis Enrique pasa al ataque: el drama que destroza al Barça por dentro
La jugada de Josep Maria Bartomeu que liquidó al equipo
Palos a mí. Luis Enrique asumía la autoría del ridículo ante el PSG en público, pero no se mordía la lengua en privado.
La historia que salva al asturiano de la responsabilidad máxima de lo que está ocurriendo en el Barcelona tiene un capítulo silenciado que apunta a la cabeza de Josep Maria Bartomeu, presidente, y amigos.
El técnico asturiano mira con recelo una plantilla construida desde la necesidad y no el gusto. Mientras el entorno dispara tiros contra ‘Lucho’, el asturiano mira a la directiva.
Los fichajes de urgencia de este último curso no se parecen, en nada, a la primeras opciones que puso el asturiano sobre la mesa del Barcelona después de ganar los cinco de seis en título y firmar el doblete la pasada campaña.
Laporte, Marquinhos, Alaba, Pogba, Nolito o Gameiro. Ninguna de los elegidos por el asturiano viste de azulgrana. A cambio, el club le ha traído más banquillo: Digné, Umtiti, Denis Suárez, Cillissen, Paco Alcácer o André Gomes, al que, afirman, nunca pidió.
Lucho quería un lateral de recorrido sabedor de la saldia de Dani Alves. No llegó. Y tragó con un fichaje electoral como Arda Turan aunque el asturiano, cuentan desde dentro, avisó del ‘overbooking’ en el medio campo del Barça.
El entrenador del Barcelona sudó la vida para sacarse de encima a auténticos bultos heredados -Douglas, Sandro, Adriano o Vermaelen, a los que acompañaron Bartra y Munir-.
El banquillo, advirtió Luis Enrique a los que mandan, ganaba efectivos con las últimas llegadas, pero no nivel/calidad. El equipo sigue sin contar con los nuevos Iniesta, Xavi, Piqué, Messi o Suárez. Jugadores que superan o rozan peligrosamente la treintena.