La revelación definitiva (o casi) sobre el futuro de Isco en el Real Madrid
El malagueño sabe por dónde van los tiros, el Real también. Solo falta conocer la decisión.
A día de hoy, si hay un jugador de los importantes en la plantilla del Real Madrid cuyo futuro está más en el aire, es Isco Alarcón. Su situación en el equipo esta campaña no la descubre ya nadie. Juega menos que nunca y ha perdido tanto o más peso de cara a Zidane y en las alineaciones que en su primer año de blanco, en el que arrancó fantásticamente y después pasó un largo tiempo a la sombra. La elevadísima competencia y el desgaste producido por los años de lucha por hacerse un hueco de titular le han perjudicado. Y parece más desconectado que nunca del club y del proyecto. No en cuanto a voluntad o preferencias por quedarse y participar, sino en cuanto a capacidad para revertir la situación en sí.
El problema es que para un jugador como Isco ha quedado sobradamente demostrado que tienen que darse dos situaciones para que tenga verdadera importancia como titular en el Real Madrid: La primera y fundamental, estar a un nivel superlativo, perfecto, en su versión más espectacular. Y la segunda, que en ese mismo momento se den circunstancias puntuales en la plantilla, como bajas determinadas o escenarios propicios, para que el andaluz tenga hueco. Ninguna de las dos premisas, sobre todo la primera, se está dando esta temporada.
Ante esto, son muchos, por no decir casi todos, los medios que aventuran su marcha al final del curso. Y algunos han ido incluso más allá, asegurando un posible interés del Barça, que siempre ha estado atento a su situación en el Madrid. Parece casi imposible que Florentino Pérez aceptase una venta semejante, consciente del impacto mediático que tendría ver al de Arroyo de la Miel vestido de azulgrana. No se habrá forjado una leyenda de blanco, pero cabe recordar que hasta hace nada era uno de los futbolistas más aclamados por el Santiago Bernabéu.
En culquier caso, hay dos cosas que cada vez están más claras respecto al futuro de Isco: Parece poco probable que aguante más temporadas en una situación similar a la que viene soportando desde su llegada, en la 2013-2014: o le garantizan mayor protagonismo a través de hechos (básicamente, aligerar la plantilla de jugadores en su posición y darle más galones) o se pensará seriamente el irse. Y como segunda premisa, ver qué pasa de aquí al próximo 30 de junio. El caso de Alarcón es muy similar al de otros jugadores que siempre estuvieron en la 'picota' temporada tras temporada en el Real, y que acabaron aguantando mucho antes de marcharse. El último, Gonzalo Higuaín, cuyos registros goleadores siempre le hacían 'salvarse' a ojos de la entidad. Puede que si por lo que sea se hace importante para los éxitos antes del verano, el andaluz todavía recupere ilusión por intentarlo de nuevo el próximo año.