El otro "a tomar por culo" de Iker en el Madrid tiene nombre y apellidos

El capitán ha tensado las negociaciones para su salida del club hasta el límite

La relación entre Iker Casillas y Florentino Pérez es de tormenta absoluta. El capitán del Madrid va soltando a medios amigos que no tiene intención de aceptar las condiciones del Real para hacer el petate a final de temporada y desfía a propios y extraños. La falta de respeto del capitán a la grada, a la que mandó a "tomar por culo", no ha sido la primera en el Madrid.

 

Iker sigue amenazando a los despacho con seguir en el club sí o sí. Lo que le ofrece el Real es muy poco. Casillas marca su salida del club blanco por encima de los 26 millones de euros limpios i sino aplicará la famosa proclama que le espetó al respetable ante el Valencia y que ya puso sobre la mesa de negociaciones del Real cuando a principios de marzo el club se negó a satisfacer sus deseos: o esto o "a tomar por culo".

 

La condiciones del representante de Iker, Carlo Curtopía, pasan porque el Real ponga sobre la mesa del internacional español todos los emolumentos en neto del contrato del portero hasta 2017 con el único objetivo de favorecer la carta de libertad del capitán blanco. 26 millones de euros desglosados en tres pagos: 8 esta temporada, 7,5 la 2016 y otros 7 en 2017, tras su último año de contrato.

 

Además, Curtopía pide añadir: 3,5 millones netos más “por conceptos personales” que se sumarán en la primera partida de pagos y que disparan el coste total de la operación salida de Iker para el Real por encima de los 40 millones de euros de coste para la entidad. Asimismo, Curtopía/Casillas piden que sea el Madrid el que de el paso a ojos del aficionado de desprenderse de Iker –el capitán no quiere decir "me voy"-.

 

Unas cifras/condiciones que el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, se niega a asumir. Para Pérez el Real no tiene por qué hacer frente a la totalidad de la ficha del jugador. No quiere pasar a la historia como el ejecutivo que pagó una millonada indigna por el despido de un futbolista al que espera el banquillo la próxima temporada: en el club gana fuerza la idea de que Iker sea el segundo de De Gea -David está dispuesto a aceptar el reto y aterrizar en el Bernabéu con Casillas, algo que inicialmente negó. La presión de su novia, Edurne, y la seguridad de Pérez: le garantiza la titularidad, son claves-. Un 'castigo' mayor par alguien que lleva muy mal el rol secundario como quedó claro con Diego López.

 

Una situación de tensión entre las partes que ha desatado las hostilidades pese a un intento de tregua hasta final de curso que no se sostiene. Florentino confía que la presión del Bernabéu -el insulto del capitán a la grada marcará un antes y un después en la ya agria realción entre públcio y portero- rebaje las pretensiones económicas de Iker y el anuncio del fichaje de De Gea -se trabaja para alcanzar una acuerdo United/Madrid- termine decantando la balanza a su favor.