Ramos mete al Barça (y la lía aún más) en su bronca con el Sevilla
El camero es objeto de todos los debates, discusiones y polémicas de este viernes previo a una jornada liguera que se presume caliente.
Incendio. Lo que debía ser un encuentro plácido en el que se sufriese lo menos posible a la hora de pasar a cuartos de final de la Copa del Rey se transformó en un choque de altísimo voltaje, con una media hora final trepidante que se cobrará su precio en desgaste físico y mental en un Real Madrid que debe volver a visitar un estadio encendido el próximo domingo, y ahora ya sí con tres puntos vitales en juego. La excesiva pasividad de un equipo que se sabía clasificado y, sobre todo el erróneo gesto de Sergio Ramos a la hora de celebrar el 3-2 que mataba definitivamente el cruce ha colocado al central en el punto de mira de las iras del sevillismo.
"No estoy contento y Sergio tampoco. No es agradable". De puertas para dentro, Zinedine Zidane se alineaba con el capitán del equipo a la hora de criticar la actitud, totalmente injustificable, es cierto, de un pequeño sector de la grada del Sánchez Pizjuán. Pero si públicamente no faltaron los análisis deportivos que ahondaban en la equivocación de Ramos a la hora de entrar en el juego que quería esa minoría, en privado en el Real también sienten preocupación por lo que pueda pasar el próximo domingo en Liga. Con su futbolista estandarte y en el choque. Se alinean con Sergio, pero la tensión que habrá sobre el césped ya se corta con cuchillo.
A todo esto, Ramos intentó solucionar el entuerto provocado por él mismo dando todo tipo de explicaciones en zona mixta después del partido, y cometiendo otro pequeño fallo: el de las comparaciones. A la hora de quejarse sobre el trato que parte de la afición que considera "de su casa" como es el Sevilla hacia su persona, metió al Barça de forma indirecta en el 'ajo': "Me gustaría que me recibieran de otra manera, pero sé que no va a ser así. A jugadores como Dani Alves o Rakitic se les recibe como a Dioses". Craso error.
Si la pasada semana estuvo marcada por la escalada de declaraciones de Gerard Piqué criticando a los árbitros y comparando sus actuaciones en partidos del Barça con las que dispensan al Real Madrid esta temporada y eso ha generado mal rollo, el defensor madridista menta ahora al eterno rival en un problema que nada tiene que ver con el equipo azulgrana y que alimentará el debate. Está por ver cómo recibe el Pizjuán a Ramos el domingo, aunque se presume que no demasiado bien. Y es que parece que para todo, Barça y Madrid siempre acaban buscándose.