El plan de Zidane que pone los pelos de punta en el Real Madrid

Muy pocas veces en los últimos años se había visto algo tan ambicioso en la mente de un técnico blanco.

En su último partido oficial de Liga de 2016, el Real Madrid estuvo a punto de perder ante el Deportivo de la Coruña sus primeros tres puntos del curso. Un encuentro que se complicó más de lo previsto, y en el que apareció de nuevo la cabeza de Sergio Ramos para marcar un gol salvador en el minuto 92 y dejar el triunfo a buen recaudo en el Bernabéu.

Sin embargo, preocupa ligeramente que el equipo esté tirando tanto de sufrimiento y épica para sacar numerosos resultados positivos esta temporada, en la que apenas se han visto marcadores holgados para los madridistas.

 Fruto de este mayor esfuerzo para sacar adelante los resultados están siendo las numerosas rotaciones que, en ocasiones por obligación (el Real ha tenido muchos lesionados en este primer tramo de la temporada), y en otras por deseo expreso de Zidane, está llevando a cabo el técnico francés con la plantilla.

Probablemente, la más competitiva en décadas, y que para seguir ‘enchufada’ a la competición en su totalidad debe ofrecer minutos para todos. Eso es una obsesión para Zizou, que está moviendo constantemente el banquillo.

 

 

Eso, a pesar de que las rotaciones ya le han jugado alguna mala pasada en forma de ‘marrón’, como el enfado de Cristiano Ronaldo al ser sustituido ante Las Palmas, o las repetitivas suplencias de hombres con peso dentro del vestuario, como James Rodríguez, en favor de jóvenes como Asensio. Pero dentro de este ambicioso plan para hacer que absolutamente todo el plantel se sienta parte del proyecto, cuentan en Mundo Deportivo que la obsesión de Zidane es conseguir algo que hace muchísimos años que no se ve en el Bernabéu.

 

Esto es, ganar la Liga con una profunda presencia e importancia de jugadores españoles y de la cantera. La progresiva remodelación de la plantilla en las dos últimas temporadas ha hecho que gran parte del grupo lo conformen jugadores jóvenes, producto nacional y chicos procedentes del filial: Casilla, Nacho, Ramos, Asensio, Lucas Vázquez, Isco, Morata o incluso Mariano Díaz conforman ese pequeño núcleo que, de un modo u otro, está presente en uno de esos tres escenarios.

 

Es posible que se pase mal, e incluso que se pierda algún partido por el camino. Pero Zidane está convencido de que la clave para ganar la Liga es hacer que toda la plantilla participe, sume y sea importante. Y quiere construir un equipo que dure años, y con el que la grada se identifique más que nunca. Para ello, es necesario recuperar valores como la cantera o la presencia española, factores que, por cierto, le han hecho como entrenador en el Castilla. Ese es su gran reto que, por cierto, ‘pone los pelos de punta’ en la zona noble pero no por considerarse arriesgada (que lo es) o ni mucho menos errónea, sino maravillosa y que puede conducir al club a una larga época dorada.