Toda la verdad sobre la negativa de Qatar a organizar el Mundial en mayo

¿Es egoísta la postura del país organizador con respecto al resto del mundo?

Parece que ni Qatar ni la FIFA se plantean otra solución que no sea llevar el Mundial 2022 a los meses de noviembre y diciembre. Lo que iba a ser una negociación se está convirtiendo en una lucha entre el máximo organismo del fútbol mundial, algunas otras instituciones que apoyan la iniciativa (como la UEFA y el resto de Confederaciones de fútbol) y el país organizador contra ligas y clubes nacionales. El pulso está servido y de nada han valido las otras alternativas que se habían propuesto para dar solución a un problema que surgió casi desde el mismo instante en el que Joseph Blatter sacó el papel del país del Golfo Pérsico (región donde el calor veraniego es extremo) en el concurso para elegir la sede.

Meses de verano aparte, se barajaba otra posibilidad además de un Mundial a finales de año. Consistía en jugarlo en mayo y sólo en un mes, reduciendo al máximo los tiempos del torneo. Pero Qatar no ha tragado. ¿El motivo? Muy fácil: En esas fechas termina el Ramadán, práctica de los Musulmanes que, ya saben, entre otras cosas impone el ayuno durante un mes entero. Concretamente lo haría dos días antes de comenzar el Mundial, muy poco tiempo para que los futbolistas pudieran recuperarse. Pero, además, después del Ramadán se celebra el Eid-al-Fitr, una fiesta para celebrar el fin de este rito religioso, que se extiende durante diez días. Para los creyentes Musulmanes que se jugasen encuentros de fútbol en esas fechas sería igual que si se disputasen en Nochebuena para los Cristianos.

Ahora bien: ¿Se está teniendo poca consideración, entonces, con las demás religiones? Precisamente, la fecha propuesta para celebrar la hipotética final del Mundial si se celebra a finales de año es el 23 de diciembre, sólo 24 horas antes de la Nochebuena, con las evidentes consecuencias para los aficionados, periodistas, jugadores, técnicos y, en general, todo el personal que dependa de una u otra manera del torneo.

Mayo era una buena alternativa porque no trastocaba demasiado los calendarios futbolísticos europeos. No obstante, algunos han remarcado también que incluso en ese mes el calor en Qatar es insoportable como para jugar al fútbol. La situación sigue en un callejón sin salida.