Crece el número de enemigos de Leo Messi en el FC Barcelona

Muchos empiezan a ver en el silencio de Messi sobre su futuro una intencionalidad de dejar el club.

En la zona noble del Camp Nou ha causado estupor el bolo publicitario de Leo Messi en el que renunció a posicionarse sobre su futuro en el Barcelona negándose a hablar de su renovación.

 



La directiva del Barça está dispuesta a hacer un esfuerzo económico sobrehumano para que Messi se quede feliz y contento en el club que le ha hecho hombre y le ha convertido en el mejor futbolista de la historia. Pero también esperaba un gesto, un guiño de Leo Messi que mostrara su compromiso con el FC Barcelona, un detalle que sin necesidad de ser rotundo mostrara su buena predisposición a seguir en el club.

 

Sin embargo, la directiva se ha encontrado con la callada por respuesta, lo que da alas a que se multipliquen las interpretaciones interesadas en la misma dirección: Messi se quiere ir del Barça. La actitud del jugador ha servido para aumentar el número de directivos descontentos por su actitud, aunque todos cierren filas públicamente a su favor. Piensan que no le hubiera costado nada decir que es feliz y que su ilusión es acabar en el Barça, aunque todavía no se haya iniciado la negociación de su renovación. Pero Messi ha alimentado con su silencio el debate en torno a un futuro lejos del Camp Nou por aquello de que quien calla otorga. La ocasión era ideal para que se manifestara y Messi no quiso hacerlo. La decepción es mayúscula en los despachos del Camp Nou, en donde por primera vez empiezan a sopesar la posibilidad de que Messi quiera volar del Camp Nou. Sus explicaciones sobre su peinado y los cuatro tópicos que soltó para cumplir con el compromiso han sonado a chiste para muchos directivos.