El ex jugador blanco que llevará al Real Madrid a juicio

Polémica con el que fue el primer fichaje de la era de Zinedine Zidane en los banquillos de la casa blanca.

Este lunes vuelve a la palestra de la actualidad del Real Madrid el nombre de un joven futbolista que apenas causó impacto en su día en la casa blanca: el finlandés Eero Markkanen, de 25 años, que ahora juega en el AIK Solna de Suecia, pero que en la temporada 2014-2015 formó parte de la plantilla del filial blanco, el Castilla, cuando era todavía una joven promesa europea y contaba sólo con 23 primaveras. Este futbolista va a llevar al club blanco a juicio por su corta y poco exitosa etapa en España.

 

Markkanen fue el primer fichaje que realizó un Zinedine Zidane 'en pañales' en su etapa en los banquillos, al poco de hacerse con las riendas del Castilla en calidad de primer entrenador. La enorme envergadura del delantero nórdico (1,97 metros de estatura) le convertía, a priori, en un peligro seguro para las defensas contrarias. Sin embargo, nunca se consolidó en el filial madridista. Apenas jugó diez partidos con el Castilla, solo cinco como titular, y marcó una irrisoria cifra de dos goles, no llegando siquiera a los quinientos minutos totales de juego.

 

 

Pero lo más duro para el jugador finlandés fue el problema derivado con su sobrepeso, causa que propició su abrupta salida del Madrid al final de esa temporada. El final de la relación entre Markkanen y el Real Madrid no fue bueno, y ahora el jugador quiere que los blancos le indemnicen por su despido de la entidad de Concha Espina. En concreto, reclama el dinero correspondiente a sus tres años de contrato y casi dos millones de Euros más, según informa Mundo Deportivo.

 

Markkanen no fue una buena apuesta de Zidane, que sin embargo sí ha acertado en otros fichajes dentro del Real Madrid, como el de Raphael Varane. Además, su fichaje fue todo un acontecimiento en Finlandia (es internacional con su selección nacional y una figura en su país, con más de 16.000 seguidores en redes sociales) y supuso un récord de gasto en el filial blanco, ya que se desmbolsaron más de dos millones de euros por él.