Los celos que amenazan la paz en la plantilla del FC Barcelona

Los goles de Messi tapan la auténtica realidad del vestuario barcelonista.

Mientras Leo Messi resuelve los problemas del Barça con sus goles y sus actuaciones estelares, en el seno del vestuario azulgrana van asentándose los celos entre los jugadores que se sienten decepcionados por no entrar en los planes de Luis Enrique y también entre los que no pueden jugar y asisten con preocupación a lo que ocurre en su ausencia. Son los casos de Rafinha y de Jordi Alba.

 

El primero, de quien su hermano Thiago ha afirmado que debe ser ya titular en el Barça, esperaba otro grado de confianza de Luis Enrique hacia él. El técnico se lo llevó a Vigo cuando fichó por el Celta y luego lo recuperó para el Barcelona. Una lesión frenó la temporada pasada su proyección, pero este año el centrocampista brasileño está respondiendo con creces cada vez que Luis Enrique le da una oportunidad. Lleva ya cinco goles en cinco disparos a puerta, su efectividad es brutal y su aportación al juego muy positiva. Con esos argumentos Rafinha esperaba algo más que el banquillo en Sevilla y ve cómo Denis Suárez le pasa por delante sin haber hecho los méritos que él ha reunido en el primer tercio de la Liga.

 

Otro caso parecido es el de Jordi Alba, que mientras se recupera de su enésima lesión muscular, ve como nadie le echa de menos y un Lucas Digne, que llegó al Barça siendo un completo desconocido, se ha hecho con la titularidad sin que nadie se acuerde ya del verdadero titular de la banda izquierda de la defensa. Los celos empiezan a poderarse de una plantilla que está viviendo de los golpes de genio de un Leo Messi descomunal.