El "muerto" que deja en el vestuario del Barça la derrota de Manchester

La derrota del Barcelona anoche escoció mucho entre los jugadores de la plantilla azulgrana y todo indica que acabará dejando secuelas de cara al futuro. La que puede ser más importante es la confirmación de que el fichaje de André Gomes por 35 millones más 15 en variables era perfectamente prescindible. El centrocampisya portugués ha decepcionado a sus compañeros en las pocas oportunidades que ha disfrutado hasta ahora para demostrar su calidad y el acierto de su fichaje. El de ayer era su primer compromiso serio, una noche solemne para cerrar bocas y acabar con las dudas.

Pero su rendimiento a lo largo del partido sólo ha servido para generar más dudas sobre su aportación al juego del FC Barcelona. Su manera de jugar no acaba de sintonizar con el ADN de su nuevo equipo, en algunos momentos incluso se estorbó con Messi y no parece ser el centrocampista ideal que necesita el tridente para recibir balones en condiciones. Durante la segunda mitad los tres de delante estuvieron muy aislados, sin apenas recibir juego. Y entre los jugadores del Barcelona se han disparado las dudas en torno a su nuevo compañero y si será capaz de asimilar el concepto de juego del Barcelona que nada tiene que ver con el que despliega Portugal ni con los esquemas que empleó en el Valencia.