La renovación de Mascherano enciende a Andrés Iniesta

El jugador alucina con las prioridades del club

Javier Mascheerano firmó su ampliación hasta 2019 para agarrar una subida de sueldo reclamada desde el pasado. Las amenazas de salir por la puerta de atrás del Barça -estilo Dani Alves- surgieron efecto y el club frenó una venta cantada. No cumplirá su contrato hasta la fecha acordada, pero su estancia -algunas fuentes avisan que el próximo verano saldrá- será más productiva. 

 

Una ampliación de contrato que tiene a Andrés Iniesta con la mosca detrás de la oreja. El de Fuentealbilla con es un tipo envidioso, pero tampoco lleva bien que le tomen el poco pelo que le queda.

 

Desde el club se argumenta que la renovación de Iniesta no se ha abordado porque a ciertas edades el club prefiere pactar renovaciones de año en año y, además, en el caso de Andrés se le quiere ofrecer un cargo en la entidad para cuando finalice su compromiso como azulgrana. ¿El problema?

 

A Iniesta lo del cargo le suena a cuento chino: en cuanto termine en el Barça quiere pasarse por Qatar/MLS para cerrar un último gran contrato. Por si fuera poco, Mascherano, que tiene la misma edad que el español –se llevan cuatro semanas-, le ha pasado la mano por la cara a Iniesta. Acaba de firmar su continuidad agarrando un buen pellizco más y todo por amenazar a las alturas con su salida el pasado verano. El hecho de que el Barcelona haya priorizado a ‘Masche’ no ha sentado nada bien a un Iniesta que sigue sin recibir una oferta oficial del Barcelona.

 

Las sospechas del entorno del jugador apuntan en una sola dirección. Superada la treintena, el de Fuentealbilla era hasta hace nada segundo futbolista mejor pagado de la plantilla, sólo por detrás de Leo Messi -42 millones de euros anuales, 21 ‘kilos’ limpios para la nueva temporada- con un fijo descomunal de 15 millones de euros y unos variables de tres que, por las condiciones pactadas, se convierten en un ‘fijo aplazado’ empujando el sueldo anual hasta los 18 millones. Cifras que el pasado curso llegaron hasta los 20 millones por los premios ‘extra’ del triplete.

 

 Una realidad que no ha pasado por alto a un Barcelona que no sabe cómo encarar la continuidad del símbolo. Habrá oferta, pero las cifras pueden decepcionar profundamente a un Andrés con la mosca detrás de la oreja que no está para cuentos chinos.