El 'nuevo Bernabéu' destinado a acabar con el viejo

Hace más de 40 años, la historia del Real Madrid podría haber cambiado drásticamente

El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, y la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, presentaron el acuerdo para la reforma del Santiago Bernabéu. El nuevo proyecto supone una mejora de la accesibilidad para modernizar el estadio y se renovarán los más de 15.000 metros cuadrados de suelo perimetral al estadio.

El nuevo campo tendrá también una cubierta retráctil que sobrevolará integralmente las gradas y el campo, y que tardará 15 minutos en abrirse. En la zona este del campo se creará una grada nueva de 3.000 asientos, lo que dotará al estadio de asimetría entre ambos laterales. Aun así, el aforo será el mismo con una redistribución de asientos y con el rediseño de los graderíos.

Una obra faraónica que podría haber visto la luz hace 40 años, cuando en 1975 se presentó el proyecto de un estadio para 120.000 espectadores. Entonces ya se hablaba de que el Bernabéu se había quedado anticuado y en 1972 un grupo inversor ofreció al Real Madrid 4.000 millones de pesetas por los terrenos del viejo estadio para construir un rascacielos de 70 pisos, oportunamente llamado La Torre Blanca, y dos grandes edificios de apartamentos, según publica ‘Marca’. 

El lugar donde se instalaría el nuevo estadio no sería en la antigua  Ciudad Deportiva, sino entre las carreteras de Burgos y Colmenar, la finca Las Jarillas, y el recinto proyectado por el arquitecto Félix Candela era magnífico: 120.000 espectadores, 60.000 de pie y 60.000 sentados, con ocho tribunas independientes y una cubierta a la manera del Olímpico de Múnich.

El problema es que tanto esta finca como Chamartín eran zona verde y zona deportiva y, por tanto y para edificar eran precisas dos recalificaciones y se topó con la negativa del entonces alcalde de Madrid, Carlos Arias Navarro, que rotundo manifestó que estaba "tan prohibida está la recalificación como lo está el asesinato".

Con todo, el club sin tener los permisos, presentó el proyecto con maquetas incluidas, fue presentado en la Junta de socios del 9 de septiembre de 1973. Causó revuelo y el nuevo alcalde de Madrid, García Lomas, señaló que no tenía constancia oficial alguna de estos proyectos, y que debía "cumplir la ley".