El As en la manga del Real Madrid que empieza a descubrir Zidane
Ante el Betis, se volvió a demostrar que el técnico francés ha puesto mucha insistencia en un aspecto concreto del equipo.
Tras cuatro empates consecutivos, volver a pinchar habría supuesto una crisis ya oficial y bastante seria tanto para Zinedine Zidane y los suyos como para un Real Madrid que lo ha apostado absolutamente todo a un modelo muy concreto esta temporada: confianza en lo que ya había en la casa, potenciación de los jóvenes y de la cantera y recuperación de ciertos aspectos deportivos que llevaban años echándose de menos por parte de un nutrido número de aficionados: Imagen de equipo, identificación con un juego vistoso y de ataque, etc...
Todo eso habría empezado a tambalearse, como decimos, si el Real hubiese salido con poca ambición al Benito Villamarín, pero no fue así. El 1-6 endosado al Betis demostró, tal y como algún que otro futbolista reconocía posteriormente en la zona mixta del coliseo verdiblanco, que con intensidad y ganas prácticamente nadie puede hacer frente al potencial de este equipo salvo los conjuntos que todo el mundo puede tener en mente. También hizo ver a la afición merengue una cosa: que puede que la plantilla sufra rachas esporádicas de desconexión mental pero que por objetivos claros y compromiso con el proyecto no va a ser este curso.
Zidane afrontaba el partido no con pocas bajas y casi todas enormemente trascendentes para el fútbol del conjunto. No tener sobre el césped a Sergio Ramos, Luka Modric y Casemiro condicionaba tremendamente el potencial del once inicial, y pese a ello el esfuerzo colectivo y particularmente una noche inspirada de los centrocampistas, con Isco Alarcón en su papel reivindicativo a la cabeza, dieron el salto diferencial para que el equipo local pareciese una marioneta en manos de un gigante. Pero también se ha puesto mucho énfasis, y no es para menos, en la enorme diferencia que existe cuando está o no está Marcelo. El brasileño reapareció en el costado zurdo y el Madrid ganó en potencial ofensivo de forma bárbara, mejorando también con la presencia del lateral un Cristiano cada vez mejor físicamente, muy solidario y, eso sí, bastante errático desde el punto de vista de la efectividad en la definición.
Si Marcelo es la prueba de que un defensa puede cambiar mucho la fisionomía ofensiva de un equipo, también lo son los números que presenta este Real Madrid de Zidane en cuanto a sus propios zagueros, que son muy reveladores: Los defensores han marcado hasta el momento 9 de los 29 goles que lleva el Real Madrid esta temporada, según cuenta ABC. Muchas dianas para una línea nada acostumbrada a esta faceta y en tan solo 11 partidos oficiales, marcando, además, goles decisivos, como los de Sergio Ramos y Dani Carvajal en los últimos instantes del partido y de la prórroga en la Supercopa de Europa contra el Sevilla, o el de Raphael Varane en Dortmund para poner el 1-2 momentáneo en el marcador. El propio Varane anotaba el 0-1 en los primeros compases del encuentro contra el Betis este sábado. Y ya han marcado todos menos Nacho, el único defensa al que le falta estrenarse. Sin duda, mano de Zidane, que ha puesto énfasis en que los de atrás también aporten en el capítulo anotador.