En su año de mayor tensión y rivalidad, el Madrid acaba siendo del Atlético
Nunca la Liga estuvo tan en manos de los rojiblancos
El gol de Fernando Torres tras regalo de Eric Bailly en El Madrigal este miércoles (0-1) supuso tres puntos vitales para el Atlético de Madrid en su lucha por el tercer puesto de la Liga, pero también coloca el campeonato al borde de una situación muy curiosa desde el punto de vista del aficionado y que hacía tiempo que no se vivía. Si se paran a pensarlo, se trata de un tanto capital en la Liga, que tendrá mucha más importancia de la que parece en un principio.
Porque El Madrigal era, sobre el papel, el partido más complicado que tenían los del Cholo Simeone en este tramo final del torneo junto con el que disputarán en el Vicente Calderón contra el Barcelona en la penúltima jornada. Ese duelo, después del triunfo colchonero de ayer, tiene todas las papeletas para ser el encuentro que decida la Liga en favor de los culés o del Real Madrid, que cumplió sin brillo ante el Almería y sigue a dos puntos del líder.
Para que eso pase los blancos no deben fallar ante Sevilla y Valencia, claro está. Empresa complicada, sobre todo porque los andaluces llevan un año y dos meses sin perder en el Sánchez Pizjuán, estadio que el Madrid visita este sábado (20:00 horas, Canal+). Pero el equipo de Ancelotti lo tiene claro: Si quiere optar al título, tiene que ganarlo todo. Poniéndonos en el hipotético caso de que lo consiga, el partido entre rojiblancos y azulgranas puede ser un auténtico drama para todos.
A falta de cuatro partidos para terminar la Liga (cinco para el Valencia,que juega hoy en Vallecas), la situación es la siguiente: El Atlético de Madrid es tercero con 75 puntos. Si los chés vencen al Rayo, permanecerán cuartos con 71, a cuatro de la tercera plaza y con el goalaverage ganado al Atlético (Quedaron 3-1 en la primera vuelta en Mestalla y 1-1 en el Calderón). El calendario es, a priori, más complejo para los de Nuno, que rinden visita al Bernabéu la próxima semana y que reciben en casa a un Eibar en plena lucha por no descender este domingo. Celta a domicilio y Almería en Mestalla cierran su calendario, todos equipos que se juegan algo, o permanencia o Europa. El Atlético recibe al Barcelona, que se está jugando la Liga y este fin de semana al Athletic, que pelea por la séptima plaza, pero le quedan Levante y Granada a domicilio, dos equipos que pueden estar con todo solucionado, para bien o para mal, cuando lleguen esos encuentros.
Así pues, si Atlético, Barça y Real Madrid no fallan, el madridismo no podrá querer otra cosa que no sea un pinchazo culé en el Vicente Calderón dentro de dos semanas. Eso y confiar en que el Valencia y el Sevilla lleguen con opciones de alcanzar el tercer puesto en la última jornada. De lo contrario, pocos seguidores blancos creerán que su rival de la ciudad, cuyo perfil como enemigo poderoso ha aumentado hasta las mayores cotas de su histórica rivalidad en los últimos años, lo dará todo por puntuar frente a los de Luis Enrique y cederles el título en bandeja. Será curioso ver cómo todo Madrid es rojiblanco por un día.