Nervios en el Barça por el silencio de Luis Enrique con su renovación

Bartomeu y sus directivos temen una "espantá" del técnico asturiano a lo Guardiola a final de temporada.

Luis Enrique amplió el pasado año la duración del contrato que le une al FC Barcelona por una temporada más. Es decir, el acuerdo expira en junio de 2017. El objetivo del presidente Bartomeu y su directiva es renovarlo cuanto antes, dado que en los despachos del club entienden que antes de renovar los contratos de las estrellas del equipo habría que saber si el entrenador que les va a dirigir en el futuro cuenta con ellos. 

 

La directiva no quiere pillarse los dedos con una espantá de Luis Enrique a lo Guardiola a final de temporada y le ha comunicado la conveniencia de dejar zanjado su futuro antes de abordar las renovaciones de Messi, Iniesta, Suárez, Rakitic y Ter Stegen. Pero Luis Enrique ha pedido tiempo. Ha comunicado a los directivos que si las dudas vienen por las renovaciones pendientes, por su parte los pueden renovar a todos porque todos son vitales en el futuro a corto plazo del Barça, con él de entrenador o con cualquier otro.

 

Sin embargo, en la zona noble del Camp Nou no han gustado nada las largas de Luis Enrique. Si está comprometido y disfruta de su trabajo, independientemente de los resultados, debería mostrarse más predispuesto a la renovación, especialmente porque se siente querido por los aficionados y también por la directiva. La sospecha, fundada, que se ha instalado en la junta es que la decisión del técnico dependerá de cómo transcurran sus relaciones con las principales estrellas del equipo hasta final de temporada.