Follón a tres bandas entre Iker Casillas, Real Madrid y Sara Carbonero
La continuidad del capitán en el Real Madrid ha puesto en jaque demasiados intereses
La relación entre Iker Casillas y Florentino Pérez apunta a tormenta. El capitán del Madrid va soltando a medios amigos que no tiene ninguna intención de aceptar las condiciones del Real para hacer el petate a final de temporada.
En los últimos días la entidad se ha puesto en contacto con su capitán para convencerle de que dé un paso atrás y medite su posición. Desde el club han querido agotar la vía del diálogo.
Lo mejor, afirman/recomiendan al portero es salir este curso por la puerta grande y deje el camino despejado al propio De Gea y a Keylor Navas, que continuaría siendo el portero suplente de la entidad blanca. Las intenciones del palco son tributarle un gran homenaje al final de esta temporada. Una despedida acorde con sus galones. Pero Iker se niega.
En el Madrid existe el convencimiento de que la presión que está ejerciendo su pareja, Sara Carbonero, está siendo clave en el 'no' del jugador. Si fuera por Iker, aseguran desde el club, cogería la oferta que tiene encima de la mesa y desaparecería con viento fresco: la tensión con el Bernabéu es insostenible y Casillas lo está pasando francamente mal.
Pero Sara no cede. Las opciones deseadas por Carbonero para salir de la capital en Europa, Londres y París, han cerrado la puerta al jugador. La presentadora no quiere educar a su hijo, Martín, lejos de España y EEUU es la única vía que podría pagar lo que cobra Iker en el Madrid. Carbonero aprieta a Casillas y Casillas desafía al Madrid: no va a dar el paso que le pide Pérez y echa un pulso al presidente: agotar el contrato hasta 2017 y salir entonces rumbo a la MLS.
El problema del presidente es que tiene a David de Gea en la puerta de entrada. El portero del United quiere llegar al Madrid con el camino despejado, es decir, sin Iker, y pide a Florentino que le allane el camino.
Florentino, por su parte, saca humo. No quiere atribuirse el papel de malo en el adiós del capitán: Pérez no quiere quedar a ojos el socio como el mandatario que forzó la salida de Casillas del Madrid. Es por eso que el Real Madrid insiste y avisa de que está dispuesto a pagarle íntegro el contrato hasta junio de 2017, más una ‘prima’ de 3,5 netos.
A cambio, el club pide al representante del portero, Carlo Curtopía, que ha de ser Casillas el que dé el paso adelante, el que diga me voy, mi ciclo ha terminado.
Iker Casillas vuelve a negarse. El veterano jugador no quiere dar ese paso que le pide el club. No quiere decir “me voy” y deja caer a los suyos que no piensa mover ficha. Que si Pérez no lo quiere que se exponga y lo diga al madridismo.
Una situación de tensión entre las partes que avisa de conflictos a corto/medio plazo. Florentino confía que la presión del Bernabéu/entorno termine decantando la balanza a su favor y avisa a Iker con el fichaje sí o sí de un portero que llegará al Madrid para ocupara su puesto. Por su parte, el de Móstoles se agarra al orgullo y desafía al presidente: estará hasta 2017 y avisa: "No pasa nada por ser suplente en el Madrid".