La guerra interna que amenaza el buen rollo en el vestuario del Madrid
El sufrimiento ante el Sporting evidencia las primeras fricciones
Rivalidad. El futbolista es egoísta de base. El Real Madrid cuenta con una de las mejores plantillas de los últimos años. De las más completas. Una realidad indiscutible con ventajas y desventajas.
Entre las primeras, una competitividad que mantiene al grupo alerta. En este Real nadie puede dormirse. Entre las segundas, la rivalidad interna. Los egos. La lucha por el protagonismo, la titularidad, que amenaza el buen rollo en el vestuario del Madrid.
Una de las luchas más encarnizadas está en la posición de ‘9’. Benzema protege la parcela, pero los zarpazos de Morata tienen en alerta al francés.
Ante el Sporting, Karim salió titular, pero fue el español quien abrió la puerta grande del Bernabéu con un gol sobre la bocina que dio el triunfo al Real. La cara de Benzema era una poema. Alegría por la victoria del Madrid, pero resquemor en la competencia directa entre ambos.
Una guerra interna con diversos frentes que Zidane deberá gestionar con mano izquierda. Bajar del estrellato es un camino angosto para cualquiera. Y más aún para el que lleva media vida –léase Benzema- viendo el mundo desde las alturas.