"Messi subnormal", "Puto mono", zanahorias... El Barça, alucinado
El vestuario azulgrana se mostró muy sorprendido por la nada disimulada animadversión que se encontró en Cornellà-El Prat tras la aprobación de nuevas normas que prohíben la violencia en los estadios
Recibir a tu eterno rival provoca reacciones muy viscerales. Eso es algo con lo que prácticamente cuentan todos los futbolistas cuando les toca desplazarse a jugar en casa de sus más íntimos enemigos. A pesar de todo, en el vestuario del Barcelona se soprendieron mucho con la nada disimulada hostilidad que mostraron hacia ellos los seguidores del Espanyol en el derbi del pasado sábado en Cornellà-El Prat.
Con la aprobación de las nuevas normas para evitar violencia en los estadios, muchas aficiones se han devanado los sesos para seguir cargando contra los contrarios o, simplemente, protestar, esquivando de la mejor manera posible cualqiuer tipo de sanción. En el Camp Nou los gritos de "Cristiano, borracho" se cambiaron por "No bebe agua, Cristiano no bebe agua" o en el Molinón a una pancarta con falta de letras se le añadía una más explícita con el lema "Compramos vocal" por mencionar algunos ejemplos.
En cambio, la grada de Cornellà-El Prat no tiró de sutilezas. Hubo gritos de "Messi subnormal" o "Puto Mono" nada disimulados. Incluso le tiraron zanahorias a Luis Suárez. Una forma de mofarse de su aspecto. El uruguayo, en esta ocasión, no imitó a Dani Alves, quien se comió un plátano el año pasado en El Madrigal después de que se lo tiraran desde la grada. Una acción premeditada para combatir el racismo y de la que ya había hablado con su compatriota Neymar. El nueve del Barça, en este caso, se limitó a tirarlos lejos. Ni siquiera quiso llamarle la atención al colegiado sobre ello.