Top Secret: Luis Enrique cerró la puerta a un fichaje galáctico

La decisión del asturiano marca al nuevo Barça

Decisiones. Luis Enrique toma el mando. Tras una última temporada de vergüenza colectiva –el banquillo del Barcelona se convirtió en el hazmerreír de toda Europa- el asturiano pidió la palabra.

 

La propuesta del club para el mercado de verano que acaba de echar el cierre era doble. Primero, apostar el presupuesto -120 ‘kilos’- a un fichaje galáctico. David Alaba era el elegido. Una operación que no habría bajado de los 90 millones. Con el resto atacar una segunda opción.

 

Segundo, optar por llegadas de menor calidad. Fichajes ‘low cost’. Jugadores que aterrizarían en el Camp Nou para tapar una de las principales carencias del equipo: el banquillo.

 

El técnico asturiano dictó sentencia. Mejor seis que uno. El asturiano sacrificó la llegada de un ‘superfichaje’ por Digné, Umtiti, André Gomes, Denis Suárez, Paco Alcácer y Cillissen, que llegó como relevo de urgencia a la marcha de Claudio Bravo. Futbolistas sin vitola de crack, pero que se han cargado de un plumazo el gran drama del equipo el pasado curso.

 

El Barcelona rejuvenecía la suplencia, pero sigue necesitando figuras para relevar a las figuras: Iniesta, Messi, Suárez, Piqué… Los capo del Barça se acercan o sobrepasan peligrosamente la treintena. El club empuja el problema.